La Policía Foral se desplazó ayer hasta Tiebas tras recibir el aviso de unos peregrinos que habían visto cómo se llevaban algunas de las piedras que durante las labores de desbroce habían sido almacenadas en el interior de la castillo. El robo no pudo confirmarse, pero los agentes se comprometieron a vigilar la zona. Según explicó ayer el alcalde, Diego Prim Monreal, el personal de la empresa arqueológica contratada para los trabajos ya se había marchado por la tarde y no se pudo comprobar si faltaban piedras. En el municipio, el tema del posible robo de piedras del castillo corrió de boca en boca entre los cerca de 600 habitantes. El alcalde pidió "respeto" a las ruinas: "El tema no está nada claro, pero si ha sido así no sé cómo se las pueden llevar con lo poco que queda en pie. Me entristecería mucho que se hubieran llevado algo, porque no ponemos vallas precisamente para que todos puedan pasearse por dentro y disfrutarlo".
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