El legado de uno de los grandes maestros del periodismo, Ryszard Kapuscinski, revivió ayer en una de las aulas de la Universidad de Navarra. Su hija, René Maisner, dio una conferencia ante más de medio centenar de futuros periodistas.
Considerado uno de los mejores reporteros del mundo, Ryszard Kapuscinski (1932-2007) dejó una imprescindible colección de títulos que nacieron de su incansable peregrinar por el mundo: El Imperio(sobre la Unión Soviética), Ébano (sobre África) o Viajes con Heródoto.
En todos sus libros late la misma inquietud: la preocupación por los más desfavorecidos. Y así lo quiso destacar su hija, René Maisner, ante los más de medio centenar de futuros periodistas que le escucharon ayer en la Universidad de Navarra. Su conferencia, La figura del Otro en la obra de mi padre,bebía en gran parte del libro Encuentro con el Otro, "la experiencia básica y fundamental de nuestra especie", según escribió el propio Kapuscinski.
René Maisner vive actualmente en la ciudad canadiense de Victoria, cerca de Vancouver, y trabaja como fotógrafa. Estudió español en la Universidad de Varsovia, y ayer demostró que lo dominaba. Maisner comenzó recordando el primer viaje de su padre, cuando era un aprendiz de reportero que anhelaba a toda costa "cruzar la frontera". Pidió viajar a la vecina Checoslovaquia, pero le enviaron a la India. Fueen 1957 cuando aterrizó en Nueva Delhi. "Fueron a buscarle al aeropuerto y no le encontraron porque mi padre tenía la piel oscura y el pelo negro. Parecía un hindú", recordó. Ella misma se sorprendió de tan exótico aspecto cuando vio una fotografía de aquel entonces.
"Mi padre decía que el otro es nuestro espejo, porque nos hace ser conscientes de nosotros mismos", destacó. A continuación, explicó que la historia de la Humanidad se puede contar a través del encuentro con "el otro", un fenómeno en el que Kapuscinski distinguió cuatro etapas históricas: las relaciones mercantiles y las embajadas, el descubrimiento de América, la Ilustración y la creación de la Antropología.
Su padre era consciente de que al mundo siempre se le había contemplado desde el punto de vista europeo. "Pero los primeros que descubrieron América fueron los chinos, que navegaban en barcos grandísimos", contó René Maisner. Se calcula que aquellos barcos podían tener 30 metros de eslora. Durante su conferencia, Maisner hizo especial hincapié en la revolución que han supuesto las sociedades multiculturales. "Para poder sobrevivir en el mundo de hoy, hace falta elaborar una identidad propia. Antes, ésta venía dada por la familia, la tradición...".
La fotógrafa reconoció que su padre tenía un "carisma" que le hacía acercarse fácilmente a otras personas. "Siempre le interesó el desafío". Y aquella actitud le llevó, por ejemplo, a llegar a un lugar de África que ningún blanco había pisado antes. "El encuentro con el otro requiere un esfuerzo consciente, una habilidad para establecer un diálogo", remarcó. Entre otras anécdotas, Maisner contó que su padre rechazó una entrevista con Gorbachov porque lo que realmente le interesaba era la vida cotidiana de los rusos, lo que reflejó en El Imperio.
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