El Gobierno no aceptará que los grupos planteen cambios importantes que rompan el equilibrio de las cuentas públicas
El PSOE, gracias a la mayoría absoluta que le otorga el pacto con PNV y BNG, tiene claro que los Presupuestos para 2009 que aprobará en diciembre no van a diferir mucho del proyecto remitido por el Gobierno y admitido a trámite el miércoles pasado por el pleno del Congreso.
Los socialistas están dispuestos a llegar a acuerdos con las minorías, de manera especial con CiU, pero descartan por adelantado introducir o aceptar cambio alguno de calado que suponga un incremento significativo del gasto o la alteración del esqueleto del proyecto: sus grandes partidas y el límite del déficit.
El PSOE aspira a que la tramitación parlamentaria de las cuentas para 2009 concluya con un respaldo superior a los 177 diputados que las apoyaron el miércoles, pero su margen de maniobra en las negociaciones que se desarrollarán durante las dos próximas semanas en el Congreso será "muy escaso", según fuentes de este grupo.
El margen para llegar a acuerdos con CiU y con otros antiguos socios presupuestarios como Coalición Canaria (CC) está limitado, además de por la crisis, por otras dos razones. Por un lado, el PSOE ya ha comprometido más de 200 millones de euros del dinero de que dispone para encarecer los presupuestos en los acuerdos firmados con PNV y BNG. Por otro, el pacto para lograr el apoyo o la abstención de CiU en las votaciones finales de las cuentas públicas se enfrenta a unas condiciones previas duras por parte de este grupo.
Las cuentas no permiten muchos cambios en las partidas de inversión, que son el objeto de deseo de la mayor parte de las enmiendas que los grupos presentarán hoy.
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