Las empresas con presencia en el país austral, como Repsol y el Santander, fueron las más castigadas de la sesión
La bolsa española no logró superar el efecto Argentina y el Ibex 35, inmerso en una enorme volatilidad, perdió ayer un 2% y se situó en los 8.811 puntos, su nivel más bajo del año, en el que acumula ya un retroceso del 42%.
La jornada comenzó con caídas y mucha actividad de operadores de entrada y salida. En el resto de Europa, la tónica fue la misma, aunque algo más atenuada. Sólo a escasamente una hora del cierre, la apertura en positivo de Wall Street y del parqué de Buenos Aires permitieron mitigar las pérdidas. Las empresas con presencia en el país austral y algunas constructoras fueron las más castigadas.
Jornada de resaca
La incertidumbre es estos días la seña de identidad de los mercados. El Ibex abrió a la baja, en plena resaca del miércoles, cuando se apuntó la segunda mayor caída de la historia tras conocerse la intención de Cristina Fernández Kirchner de nacionalizar los fondos de pensiones privados. Un mensaje que se tradujo como un reconocimiento de la debilidad de los países latinoamericanos ante la crisis y que trajo a la memoria el corralito.
A pesar de los múltiples mensajes de tranquilidad a uno y otro lado del Atlántico, los intereses españoles en la zona sufrieron, y mucho. Repsol, que la víspera se derrumbó un 15,75%, cedió un 2,8%, hasta los 14,66 euros por acción. Telefónica, Santander, BBVA y Gas Natural (todos con intereses en Argentina) se apuntaron retrocesos del 1,6%, el 4,8%, el 4% y el 1,1%, respectivamente.
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