Quienes han transitado estos días por la A-12 han podido notar que muchos taludes presentaban un intenso color verde que aunque parece pintura es en realidad una hidrosiembra
AUNQUE el otoño ha llegado con fuerza y los tonos ocres inundan los paisajes, la A-12, la autovía Pamplona-Logroño, luce en varios puntos un intenso color verde muy poco propio de la época. La primera impresión para el conductor es que se trata de pintura verde, aunque el engaño visual es fruto de la situación de tránsito, puesto que en realidad se trata de una hidrosiembra realizada para revegetar los taludes de la vía de gran capacidad.
Lo que es una técnica de jardinería que se ha convertido en habitual llama la atención en esta ocasión por la gama cromática utilizada, aunque tampoco es del todo inusual.
"Es una cuestión que depende de los materiales que se utilicen y en este caso la empresa Autovía del Camino nos pidió que fueran los mejores. Coincide que mientras que la mayoría de las hidrosiembras no son visibles porque la mezcla tiene un color pardo, la que se ha puesto ahora es verde", explica Ramón Maya Íñigo, director de la empresa Ekilore, que ha realizado el trabajo para la concesionaria de la A-12.
En total 150.000 m2 de taludes situados en toda la longitud de la autovía, entre Pamplona y Logroño, han sido objeto de una hidrosiembra que se realiza por tercer año consecutivo, aunque con distinto color, para ir cubriendo de vegetación los desniveles en los que el tapiz vegetal no es tan intenso como sería deseable. "Con ello, lo que se consigue es dar más estabilidad a los taludes, puesto que las plantas contribuyen a sujetarlos contrarrestando el efecto de las lluvias", indica Enrique García Díez, responsable de conservación y control de la autovía.
Materiales orgánicos
El quid de la cuestión en este caso se llama "mulch" y es una capa de materia orgánica con la que se cubren las hidrosiembras y que actúa como una esponja, conservando la temperatura y la humedad de las semillas, de forma que se favorezca su germinación. En este caso el "mulch" utilizado está compuesto por celulosas y paja y tiene ese característico color verde. "Además de que es un material mejor, tiene algunas ventajas, como que a la hora de hacer el trabajo permite ver con más exactitud la superficie sobre la que se está actuando. Además, es mucho más decorativo que el "mulch" convencional", opina Maya.
Bonito o no, lo que sí es verdad es que será transitorio, puesto que el color desaparecerá en unos dos meses, dependiendo de las lluvias. En ese mismo periodo de tiempo podría empezar a brotar la hierba. "Depende de la temperatura, si hace mucho frío el crecimiento se detiene hasta que en primavera vuelva a hacer un poco más de calor", añade.
En todo caso, el manto verde que protege las semillas tiene como función hacer que broten las especies que se han sembrado, entre las que predominan la hierba. Sin embargo, además de herbáceas y leguminosas también se han incluido algunas arbustivas de la zona como el tomillo o la ollaga verde. Estas plantas decorarán en los próximos meses unos terraplenes que hoy por hoy aparecen completamente verdes.
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