"Amo Navarra, amo sus verduras y sus monasterios"

Nació hace 67 años en Cervera del Río Alhama, un pueblo de La Rioja que linda con Fitero. "No soy navarra por un poquitín", dice sonriente. Luego se para a pensar y rectifica "pero ya llevó aquí 51 años así que soy navarrísima". Nadie lo dudaría si comprobara la pasión con la que Angelita habla de su tierra adoptiva. "Amo Navarra, amo sus verduras, sus monasterios y monumentos".

Y comienza así a enumerar todas las iglesias, puentes, pueblos y montes que ella considera que deben estar entre ganadoras.

La primera no la duda ni un segundo. "Mi maravilla es Santa María la Real de Fitero porque en un pueblo tan pequeño es una auténtica catedral". Después se decanta por el paisaje de las peñas de Echauri. "Desde la montaña de El Huso parece que se divisa el mundo". Y continua diciendo, de carrerilla, su larga lista. El puente de Castejón "otra joya de Navarra", la virgen del yugo en Arguedas, Eunate "preciosísimo", el puente de la Magdalena, las pasarelas del Arga, Roncesvalles e Isaba, el castillo de Javier... "Es que en Navarra hay maravillas por doquier, ella entera es una joya de los pies a la cabeza".