El servicio volvió ayer a localidades como Galar, Barbatáin, Arlegui y el polígono Comarca II
Sin la factura de la luz, ni la del agua. Sin los avisos del médico, la revista de Digital Plus, las cartas del banco o la postal de una amiga que está en Alemania. Los vecinos de la Cendea de Galar han pasado tres semanas sin correo ordinario, 22 días sin noticias en el buzón. Y todo porque el cartero habitual de la zona, Alfredo Goyeneche, se fue unos días de descanso. "El cartero titular ha estado tres semanas de vacaciones y hemos tenido problemas en la zona para cubrirla bien.
No hay excusa y reconocemos que no hemos dado buen servicio, pero desde ayer (por el lunes) el asunto ya está subsanado e incluso hemos reforzado para ayudar a sacar todo el trabajo", informó ayer Pablo Delgado, responsable de Correos en Navarra.
Ayer, sobre las 12.30 horas, Lucio Otazu Esparza, vecino de Barbatáin de 69 años, aguardaba como en las últimas semanas la llegada del correo. Apostado junto a la carrera que atraviesa la localidad, de sólo 8 viviendas y 24 vecinos, reflexionaba sobre la falta de correspondencia. "Hemos pasado 22 días sin correo y nadie nos ha dicho nada. ¿Qué pasa sin llega un recibo que hay que pagar y se pasa el plazo por el retraso en las cartas?", se preguntaba Otazu. "Una hija estaba esperando la cita del médico y no sabe si se le habrá pasado", indicó. Otazu explicó que nunca en la zona habían tenido problemas con el reparto, si bien en ocasiones sólo se lo dejaban una o dos veces por semana. "Pero al menos lo dejaban", dijo.
La falta en el reparto se ha resentido en los últimos días en toda la Cendea de Galar, si bien no en todas las localidades lo han sufrido de la misma manera. De hecho, en Salinas, a poca distancia de Barbatáin, ha recibido el correo durante los últimos días. Junto a localidades como Arlegui, Esquíroz, Esparza o Galar, quienes también han visto como el cartero no pasaba con tanta frecuencia han sido las empresas del polígono Comarca II. Algunas de ellas acudieron a Correos la semana pasada para preguntar por qué no recibían correspondencia.
Todo comenzó a solventarse con la vuelta al trabajo de Alfredo Goyeneche, el cartero habitual, el lunes. Ayer, después de 22 días sin correo, los vecinos de Barbatáin, entre ellos Lucio Otazu, recogieron sus cartas. "Ahora tendremos trabajo mientras revisamos todo lo que hay", exclamó el hombre con sus cartas en la mano.
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