Así se desprende de los resultados obtenidos en los dos últimos años por un equipo de especialistas de la Clínica Universitaria de Navarra
Un sistema informático de alertas reduce a la mitad la incidencia de tromboembolismo venoso en pacientes hospitalizados, especialmente en los ingresados por motivos no quirúrgicos, según un trabajo de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN). Así se desprende de los resultados obtenidos en los dos últimos años por un equipo de especialistas del centro, que han probado la aplicación en 13.000 pacientes, según una nota de la CUN.
Las mismas fuentes explican que el tromboembolismo venoso es un proceso caracterizado por la coagulación de la sangre en el interior de las venas, cuyo principal riesgo radica en que los coágulos puedan desplazarse y fijarse en el pulmón, un problema de salud pública "importante" ya que afecta aproximadamente a unas 100.000 personas al año en España.
Por ello, para prevenir el tromboembolismo venoso y reducir su incidencia hospitalaria, un equipo de especialistas de la CUN ha ideado una aplicación informática que evalúa y alerta sobre el riesgo de esta afección en todos los pacientes hospitalizados, si bien se distingue entre pacientes quirúrgicos y médicos (no quirúrgicos) pues generalmente los intervenidos en quirófano reciben de forma preventiva tratamientos antitrombóticos.
De la aplicación de la herramienta informática en cerca de 13.000 pacientes con riesgo de sufrir tromboembolismo venoso, se desprende que en los pacientes hospitalizados el riesgo de presentar un tromboembolismo venoso es entre 6 y 10 veces mayor que en el resto.
"De hecho, en aquellos pacientes ingresados que no han recibido ningún tratamiento preventivo antitrombótico, la incidencia del tromboembolismo venoso afecta desde un 10 hasta un 15% de estos enfermos", según el doctor José Antonio Páramo.
Aproximadamente un 30% de los casos de tromboembolismo venoso se produce en pacientes que habían permanecido ingresados dentro de los tres meses anteriores al episodio de tromboembolismo y, de ellos, entre un 50 y un 75% son personas hospitalizadas por patologías no quirúrgicas a quienes no se había aplicado profilaxis antitrombótica preventiva.
En este sentido, entre los principales factores de riesgo que inciden en la aparición de un episodio de tromboembolismo venoso figuran la inmovilización prolongada, presentar antecedentes de infarto cerebral, cáncer o insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar crónica (EPOC), infección severa o contar con antecedentes previos de tromboembolismo venoso.
Según describe Páramo, "una de las mayores complicaciones del tromboembolismo venoso es la afectación pulmonar, que puede llegar a ser causa de muerte de un 5 a un 10% de los pacientes hospitalizados".
"De esta tasa de pacientes fallecidos por causa del tromboembolismo, un 70% son no quirúrgicos, aquellos en quienes habitualmente no se aplica una profilaxis antitrombótica apropiada", según el experto.
En concreto, la administración de este tratamiento consigue reducir el riesgo de tromboembolismo desde un 50% hasta un 70% de los casos, de forma que "podemos asegurar que el tromboembolismo venoso es la causa de muerte hospitalaria que mejor se puede prevenir".
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