Rajoy sostiene que la situación "es peor en España por culpa del Gobierno" y augura 3 millones de parados
El Gobierno logró ayer su principal objetivo político sólo unos minutos antes del inicio del debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2009. El acuerdo firmado por la mañana con el PNV, unido al alcanzado con el BNG el viernes pasado, aseguran al Ejecutivo y al PSOE, hagan lo que hagan los demás grupos parlamentarios, la aprobación de las cuentas públicas para el próximo año.
Los 177 diputados que suman los tres partidos, un voto más de la mayoría absoluta del Congreso, garantizan al Gobierno poder sacar adelante las cuentas públicas tal y como las diseñó el ministro de Economía, Pedro Solbes. El proyecto sólo sufrirá enmiendas en el Congreso y el Senado si así lo quiere y permite el grupo socialista.
El PNV y el BNG, a cambio de varias transferencias y de un importante aumento en las inversiones estatales en el País Vasco y Galicia, se comprometieron a dar estabilidad al Gobierno frente a la crisis mundial. No sólo van apoyar hoy la admisión a trámite de los Presupuestos sino que también sumarán sus votos a los de los socialistas en todas las enmiendas que se discutan en la tramitación parlamentaria y no secundarán ninguna que les sea hostil.
El centro del debate parlamentario, que concluirá hoy con el rechazo de las enmiendas a la totalidad, fue el mano a mano entre Solbes y el líder del PP, Mariano Rajoy.
El ministro de Economía, con su habitual tono pausado y maneras de catedrático, defendió el proyecto porque "son los mejores presupuestos posibles para hacer frente a la crisis", aunque advirtió que las medidas sólo podrán "mitigar" la grave situación de la economía, pero no "eliminar los costes" del desplome del crecimiento y del aumento del desempleo.
Cuentas austeras
Pedro Solbes explicó que las cuentas del Estado son "austeras" ante el "difícil escenario", pero mantienen la política social (pensiones, desempleo, becas, o dependencia) y apuestan por gastos que favorecen la competitividad de España y la salida de la crisis (Innovación, infraestructuras, vivienda, educación o justicia).
El ministro mostró su "confianza" en la capacidad de la economía española para superar la mala situación en 2009 y "recuperar un nuevo y largo ciclo de intenso crecimiento". Se mostró convencido de que la gran inyección de liquidez en el sistema financiero aprobada por el Gobierno será "transferida" por los bancos a las familias y las empresas, "que son sus clientes".
Reconoció, no obstante, que la "imprevista y gravísima crisis financiera" detectada en septiembre obligará al Gobierno a revisar a la baja sus previsiones para 2009, aunque no lo hará hasta que "se despeje la incertidumbre" porque ahora sería "poco útil y desaconsejable".
Previsiones para 2009
Así, no descartó que el crecimiento español se sitúe el año próximo por debajo del 1% y que el paro suba por encima del 12,5% de la población activa, los porcentajes previstos.
Solbes tampoco desveló si la desaceleración de la economía española "tocará fondo" a mediados de 2009, como dice su proyecto, o si el punto de inflexión se retrasará.
Rajoy buscó la confrontación con Zapatero y la descalificación de su gestión, como si le retase a subir al estrado en lugar de Solbes, y terminó por decir que los Presupuestos, "que no han querido discutir con nosotros", demuestran que la única política que saben hacer los socialistas es la del paro. Miró al presidente del Gobierno y dijo que "si el paro se agrava, como ya ocurre, la responsabilidad será absolutamente suya". Su pronóstico está claro: en 2009, con esa política, España alcanzará los tres millones de parados, el 15% de la población activa.
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