Dos pistoleros de la insurgencia talibán que circulaban en motocicleta por la capital de Afganistán, Kabul, acabaron ayer en plena ciudad con la vida de Gayle Williams, una mujer británica que trabajaba como asistente humanitaria en el país asiático
-cuando se dirigía a su puesto de trabajo- acusándola de realizar propaganda cristiana.
Con este ataque, son ya 120 los realizados en Afganistán contra trabajadores humanitarios en los últimos siete meses, que se saldaron con 30 muertos.
Este aumento de la violencia obligó a las distintas organizaciones humanitarias a restringir su labor de socorro, justo en un momento en el que la sequía aumentó en Afganistán y los precios crecen a gran velocidad, poniendo a mucha gente en una situación complicada.
Williams trabajaba para SERVE (Serving Emergency Relief and Vocational Enterprise), una agencia cristiana de Gran Bretaña que se dedica a la ayuda humanitaria, al desarrollo de las comunidades y a la educación y la formación profesional de personas con discapacidades.
El jefe de la organización en Afganistán, Mark Lyth, explicó que Williams -que también tenía la nacionalidad sudafricana- se dirigía a pie hacia su puesto de trabajo cuando llegaron dos personas en motocicleta. "Esas personas frenaron frente a ella y le dispararon, para después huir en su moto".
Castigada por predicar
Los talibanes reivindicaron poco después la autoría del asesinato de la mujer a través de Zabiullah Mujahid, portavoz de uno de los grupos insurgentes existentes en la zona. "Nosotros matamos a la mujer extranjera como castigo por difundir propaganda cristiana", afirmó ayer Mujahid.
Los talibanes cometieron en el pasado varios atentados parecidos desde motocicletas en la ciudad afgana de Kandahar, en el sur del país.
En la provincia de Logar, al sur de Kabul, rebeldes talibanes asesinaron a tiros en agosto a tres trabajadoras extranjeras de una organización humanitaria y a su chófer afgano.
Por otra parte, la policía informó ayer del secuestro de un político afgano que concurrió a la presidencia en los comicios de 2004 que ganó Hamid Karzai.
Humayun Asifi, de 63 años, fue raptado junto con dos parientes por hombres desconocidos en la noche del domingo en el oeste de Kabul cuando iba de camino a su casa, informó el Ministerio del Interior afgano.
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