El gobierno alemán aprobó ayer un decreto en el que estipula que los bancos que deseen recibir ayuda del plan de emergencia financiera tendrán que acatar estrictas condiciones, como la limitación del sueldo de sus altos ejecutivos hasta un máximo de 500.000 euros anuales. Según este decreto, estos bancos no podrán pagar bonificaciones y quedan restringidos todos los dividendos a los accionistas, de modo que sólo podrán entregar esos dividendos al Estado. EFE
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