Racing y Deportivo empataron en el Sardinero en un mal partido en el que cántabros y gallegos se preocuparon más de mantener su portería imbatida que de buscar el gol, por lo que apenas de vieron ocasiones y los porteros fueron los que menos trabajo tuvieron.
Los dos equipos empezaron más pendientes de controlar al rival y no perder el sitio que de buscar la portería contraria, por lo que el juego se espesaba en el centro del campo, sin que ni unos ni otros consiguieran dar más de tres pases seguidos.
El Racing se fue haciendo con la posesión y entraba bien por su banda izquierda aprovechando la velocidad de Serrano y la movilidad de Pereira, pero sin llegar a crear peligro para la portería de Aranzubía.
Tras el descanso, el Deportivo, que sólo había protagonizado una jugada de ataque en toda la primera parte, a punto estuvo de marcar en una falta tocada en corto para Lafita, que disparó duro desde treinta metros para que Toño se la quitara de encima con los puños. Pero ayer la pólvora estaba mojada en los dos conjuntos.
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