El equipo navarro ve alejarse sus opciones de pasar a la siguiente fase como primero de grupo
Europa es Europa y en balonmano, por desgracia, eso significa tener unos arbitrajes caseros y cuyas decisiones pueden acabar marcando el partido. Es algo conocido y asumido. Y, ayer, al Portland le tocó sufrir en la pista del Cimos Koper esloveno ese mal endémico que tiene este deporte.
En un final estrambótico, el equipo albiazul -que fue castigado en esos instantes con una doble exclusiones a Jakobsen y otra a Jorgensen- encajó un 8-1 de parcial que dio al club esloveno su primer triunfo en la competición europea.
Ahora, a la espera de lo que hoy ocurra en el Steaua-Chehovskie, los de Chechu Villaldea ven alejarse la posibilidad de clasificarse a la siguiente fase como primeros de grupo. Aún es factible pero, para ello, deberán ganar los tres duelos que le quedan y esperar buenos resultados de sus rivales.
De menos a más
El conjunto antoniano, aunque falló demasiado ante un Voncina que -con sus once paradas- mantuvo al Cimos en el partido durante la primera mitad, sí dominó el choque y, a base de efectividad y anticipación defensiva y a las paradas en momentos cruciales de Saric, rozó el triunfo con las puntas de los dedos. De hecho, a falta de nueve minutos ganaba 23-28.
El equipo navarro, pese al buen juego del Cimos -con Brumen y Stojanovic como bazas ofensivas y Voncina como gran estrella- mantuvo el tipo durante la primera parte gracias a su actitud defensiva. De hecho, aprovechando el contragolpe, el Portland remontó un parcial de 7-1 que los locales le endosaron en 8 minutos (del 6-8 se pasó al 13-9) para irse al descanso con un tanto de ventaja (15-16).
En la reanudación, el Portland mantuvo su intensidad y pese a las exclusiones con las que se vio castigado (tres consecutivas a Ruesga, Jorgensen y Kjelling y otra a Jakobsen apenas 4 minutos después) dominó el marcador. De hecho, esas inferioridades parecieron espolear a los visitantes que, con un espléndido Saric, se fueron a un 21-26 (m.46).
Todo parecía controlado, pero el Portland no apuntilló y los árbitros dieron la última oportunidad a los locales. Tres nuevas exclusiones a su rival dieron alas al Koper. Para colmo Ruesga se lesionaba y el meta Stanic sacaba dos balones claves. Así, Praznik puso el 29-29 (m.57) y Skoko, tras recoger un rechace, colocó por delante a su equipo a falta de un minuto. El Portland, nervioso, no acertó a empatar y, con presión en toda la pista, Praznik puso el 31-29 final.
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