Ya se llegó a un acuerdo sobre el establecimiento de relaciones cuando el presidente libanés viajó a Damasco en febrero
El Gobierno de Siria confirmó ayer el establecimiento de relaciones diplomáticas con el Líbano, según un decreto firmado por el presidente sirio, Bashar al Asad, que establece que próximamente se instalará una embajada en Beirut, aunque no aclara cuándo se dará ese paso.
Fuentes diplomáticas en Siria señalaron que la misión del embajador sirio en el Líbano será muy complicada, ya que tendrá que lidiar con los diferentes grupos políticos y religiosos que dividen el país.
El ministro de Asuntos Exteriores libanés, Fauzi Saluj, viajara hoy a Damasco con el objetivo de examinar los mecanismos para el establecimiento de las relaciones diplomáticas.
Por su parte, fuentes de la presidencia libanesa explicaron que el Gobierno de ese país emitirá un decreto similar, aunque no precisaron la fecha.
El líder druso Walid Yumblat, miembro de la mayoría parlamentaria, aseguró que se trata de un avance positivo que responde a las demandas del Estado libanés de mantener relaciones sanas y equilibradas con Siria.
Asuntos pendientes
Yumblat recordó, no obstante, que aún quedan asuntos pendientes, como el de las granjas de Chebaa, territorio disputado entre Siria, el Líbano e Israel, que éste último no abandonó cuando se retiró del sur del país de los cedros en mayo de 2000, tras 22 años de ocupación.
El diputado de la mayoría libanesa Samir Franyie calificó ayer la decisión del Gobierno de Siria de histórica porque "es la primera vez que Siria reconoce de manera formal la existencia del Líbano desde la independencia del país en los años 40".
La medida de ayer sigue al anuncio hecho el 13 de agosto, cuando ambos países anunciaron un acuerdo para establecer lazos diplomáticos plenos, con motivo de una visita a Damasco del presidente Michel Sleiman, la primera de un mandatario libanés desde 2005.
Reticencias de Damasco
El anuncio del pasado mes de agosto puso fin a meses de tensiones bilaterales, debido a la reticencias de Damasco a normalizar las relaciones con su vecino después de la evacuación de sus tropas en 2005, tras casi tres décadas de presencia.
Este paso podría suponer también un avance más hacia la pacificación de la región y favorecer la normalización política en el Líbano, donde la mayoría parlamentaria, apoyada por occidente y varios países árabes como Arabia Saudí y Egipto, mantiene un continuo pulso con la oposición, aliada de Siria e Irán.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual