Aunque las pintadas y grafitis proliferan por toda la ciudad, no cabe duda de que el Casco Antiguo es la zona más afectada. Joaquín Oroz Ibarrola, vecino de la calle Tejería, se ha quejado en numerosas ocasiones de lo sucia que está su calle y de las múltiples pintadas que la "adornan". "Nosotros tuvimos en el portal una pintada durante un montón de tiempo, aunque ahora ya la han limpiado. Pero ahora lo peor está en la esquina con la calle Estafeta, allí hay pintadas que llevan dos meses y no las quitan. Es una pena".
En la calle San Antón, paradójicamente la cristalera de la fachada de "Cristalería For" presenta un grafiti muy especial, rayado en el cristal. "No es la primera vez que nos sucede, todos los comercios que no tienen persiana aparecen con pintadas o con los cristales rayados. Sabemos que utilizan bujías", explica Juan Lacalle Otamendi, empleado del establecimiento.
A pocos metros llama la atención un portal repleto de firmas y dibujos. Teresa Senosiáin, madre de una de las inquilinas de la vivienda, reconocía esta semana la mala imagen que ofrece la fachada. "Es una pena porque arreglaron el portal no hace mucho tiempo y enseguida comenzaron a pintarlo. El problema es que es madera y resulta difícil limpiarlo", aseguraba.
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