Es la calle en la que se ubica la Sociedad Deportiva Anaitasuna, que antes se denominaba travesía Monasterio de Irache
La alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, ha inaugurado la calle Doctor López Sanz, en la que se ubica la Sociedad Deportiva Anaitasuna. El Ayuntamiento decidió dedicar esta calle, que antes se denomiaba travesía Monasterio de Irache, a Jesús Mari López Sanz, precursor y difusor del balonmano en Navarra.
Este acto se enmarca en un fin de semana de actividades organizadas por la Sociedad Deportiva Anaitasuna con motivo del 50 aniversario de la Sección de Balonmano, informó el Ayuntamiento de Pamplona en un comunicado.
A las 19 horas, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y presidente de Anaitasuna, Javier Labairu, han inaugurado la exposición fotográfica 'Balonmano Anaitasuna 50 aniversario', que se ubicará en la entrada principal de las instalaciones del Club. A continuación, Yolanda Barcina ha inaugurado la calle Doctor López Sanz.
Jesús María López-Sanz Fernández nació en Pamplona en 1928. Estudió medicina en Zaragoza y se especializó en pediatría en Madrid. Cuando regresó a trabajar a Pamplona, empezó a promover el balonmano en Navarra.
Desde 1946, el doctor fue uno de los fundadores del Club Anaitasuna, y formó y dirigió el primer equipo de balonmano de la Sociedad desde sus inicios hasta que estuvo asentado en la División de Honor. A los tres años de su creación, Anaitasuna ya era Campeón de España de su categoría (Bilbao, 1960). Siete años después, fue el primer equipo navarro en alcanzar la élite nacional (ascenso a División de Honor, Pamplona, 1967).
Eran tiempos de deporte aficionado, y López-Sanz, alternaba su actividad profesional con el balonmano, así que muchos de sus jugadores le llamaban 'el doc' o 'el doctor'. Aquel éxito deportivo dio pie a la construcción del pabellón y facilitó la creación del club polideportivo -antes la sede social estaba en un piso de la calle Mayor-.
A partir de 1969, López Sanz se alternó en la dirección del primer equipo con Ángel Hermoso de Mendoza, y paralelamente preparó el Anaitasuna 'B' que llegó a jugar en primera nacional, mientras formaba nuevos entrenadores y supervisaba y fomentaba las categorías inferiores, que aseguraron el relevo y la permanencia en División de Honor durante doce temporadas consecutivas, a pesar de ser un equipo no profesional.
López-Sanz dirigió al primer equipo por última vez entre 1975 y 1977, y continuó estudiando y formando nuevos jugadores y técnicos hasta su muerte, en 1980, tras una operación de corazón.
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