Se ha insistido esta semana en el tema de los arbitrajes. Pero a Ricardo no parece preocuparle un tema quizá ya cansino. "Soy pesado. Me preocupo de mi equipo, al árbitro ni lo miro. La presión para los árbitros puede ser para bien o para mal. Lo mejor es seguir a lo nuestro y dejarlos tranquilos, y más si es un árbitro debutante. Ellos no se quieren equivocar. Es mejor olvidar rápido, porque no te lleva a ningún lado, te puedes desesperar y repercute en tu rendimiento. Hay que limpiar la mente lo más rápido posible. Es luchar contra corriente, ellos son los que deciden y no hay nada que hacer", opinaba Ricardo.
Tampoco pierde mucho tiempo en pensar en la situación del Valencia: "Ellos me dan igual. Me intereso por mi equipo. Me importa que estemos bien, que Sola esté motivado, que yo esté a tope, que Puñal esté al 100%. Ellos no me interesen. Allá cada cual, bastantes problemas tenemos nosotros de no sumar un triunfo para la tranquilidad. Si creemos en nosotros, tendremos opciones".
Por cierto, Ricardo quiso aclarar a este periódico que al finalizar el encuentro ante el Deportivo se dirigió hacia su amigo Dudú Aouate "mosqueado" cuando lo vio girarse hacia Graderío Sur, y que no estaba de broma con el meta israelí. Después del primer enfado, se calmó y acabaron abrazándose. Ricardo quería aclarar que no se tomó a broma la derrota. M.V.M.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual