Los participantes en el proyecto optaron por sacrificar el posible viaje de paso de ecuador
ADRIANA Marcelino Ibilcieta, pamplonesa de 23 años, estudia 4º de Arquitectura Superior en la Universidad de Navarra. Termina este año los exámenes el 25 de junio, martes. Cuatro días después, el domingo 29, partirá con otros diez compañeros de carrera a Guatemala. No buscan con ese viaje el tradicional destino paradisíaco con el que muchos estudiantes desconectan del estrés universitario. Viajan para ayudar. Ayudar trabajando.
Como ya hicieron en otro núcleo de población cercano por primera vez el pasado verano otros once estudiantes de Arquitectura, el proyecto por el que han optado estos jóvenes consistirá en la construcción de viviendas de hormigón en el poblado El Tablón (Guatemala), que fue arrasado en 2005 por la tormenta tropical Stan. Además de Adriana Marcelino, los participantes en este segundo proyecto serán los navarros María Aizcorbe, Adriana Platero, Silvia Sancho y Jesús Valencia; los vizcaínos Gonzalo Álava y Mariana Cardenal; los vitorianos Iker Ordoño y Gemma Rincón; el guipuzcoano Jon Ander Mendiola; y el zaragozano Alejandro Navarro. "A todos nos ha picado el gusanillo de la solidaridad y estamos con muchas ganas", explicó Marcelino.
Los participantes en el proyecto (todos los alumnos que mostraron interés en él) optaron por involucrarse sacrificando el viaje de estudios de paso de ecuador. "Finalmente no salió ninguna de las opciones que se barajaban este año, como Alemania o Nueva York". Precisamente esta ciudad estadounidense es la que dejaron de conocer los alumnos que viajaron el pasado verano, cuando sí que hubo viaje.
Hormigón por adobe
El plan de trabajo en el país centroamericano surge de la relación de una de las profesoras de la Escuela de Arquitectura, María Antonia Frías, con la universidad guatemalteca de Istmo. "Después de la primera edición, este año el desafío es mayor, ya que, a diferencia del curso pasado, realizarán casas que podrán contar con tomas de agua, lo que dificultará un poco más el trabajo de los estudiantes", explicó Frías. Alojados entre semana en un barracón en el poblado, los alumnos procederán a reconstruir las viviendas, tradicionalmente de adobe, con hormigón. Además de la conducción de agua procederán a la acometida de actuaciones concretas como la inclusión de letrinas en el interior de las viviendas. "Nos han mandado fotos de la zona y se ve que es un enclave muy bonito, rodeado de selva. Pero a la vez parece muy pobre. A los niños les faltan cosas básicas como unos zapatos", reflexionaba Marcelino.
En busca de financiación
La incógnita que aún queda por despejarse está relacionada con el alcance de las labores solidarias, que depende directamente de la financiación que consigan. Con el proyecto definido, los alumnos han comenzado a movilizarse. Como sucedió en 2007, han empezado a vender camisetas y mochilas con el logo SOS: No design, just necessity. "Para la construcción de cada casa se necesitan unos 3.000 euros. De momento, en esta fase inicial hemos conseguido un presupuesto que sufraga la obra de dos viviendas. Continuamos buscando empresas que apadrinen el proyecto, donativos...", señalaba Marcelino. En caso de que alguien quisiera solicitar más información respecto al proyecto, una de las alumnas implicadas remite a una dirección de correo electrónico: amibilcieta@alumni.unav.es.
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