El segundo en la línea de sucesión aprovechó sus dos últimas semanas de formación para hacer visitas en helicóptero a sus amigos o aterrizar en terrenos de la familia de su novia, Kate Middleton. Guillermo hizo en total cinco vuelos, entre ellos a una despedida de solteros en la isla de Wight, a la que llevó también a su hermano Enrique, y sendos sobrevuelos de las residencias de su padre y de su abuela, Isabel II. Los mandos militares lo justificaron como parte del entrenamiento. Guillermo admitió que esas excursiones le habían hecho aparecer como un playboy. EFE
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