Para NaBai, el Gobierno tuvo una actuación "ridícula" y el presidente acusó al nacionalismo de "manipular" lo ocurrido
El presidente Miguel Sanz aseguró ayer en el Parlamento que su Ejecutivo en ningún momento "propuso o sugirió" a la universidad de Stanford (EE UU) que no se celebrara la charla que el lehendakari Juan José Ibarretxe dio allí el 14 de febrero sobre su plan.
Maiorga Ramírez, de NaBai, pidió la comparecencia del presidente para que explicara la carta que el 21 de enero envió el consejero de Relaciones Institucionales de su Ejecutivo, Alberto Catalán, al presidente del centro universitario. En opinión de Ramírez, el Ejecutivo foral "participó en una iniciativa de boicot" a la conferencia y tuvo una actuación "bastante ridícula" motivada por "su beligerancia", dijo, ante el Gobierno vasco y su presidente.
Miguel Sanz respondió que desde el ámbito nacionalista se produjo una "virulenta reacción" ante la carta de Catalán, "manipulando el contenido" de la misma de forma "interesada", confundiendo esta misiva con una iniciativa de estudiantes navarros y vascos de Stanford. Estos jóvenes pidieron que, o se cancelara el evento o se invitara a otro político que hiciera frente a Ibarretxe. Los estudiantes recogieron unas 5.000 firmas.
El presidente explicó que Catalán se limitó en su carta a explicar que el proyecto "independentista" que iba a exponer Ibarretxe había sido rechazado por el Congreso y se apoyaba en "la gran mentira" de que Navarra forma parte "de una supuesta nación que se llama Euskalerria". Le sugería que la universidad, con los medios "que considere oportunos" expusiera esa realidad. Sanz señaló que el Ejecutivo "cumplió su deber de defender la realidad institucional de Navarra". Sobre la supuesta "beligerancia" hacia el Gobierno vasco, afirmó que ya le gustaría que el Ejecutivo de Ibarretxe "respetara la realidad política e institucional" de Navarra como ellos respetan la del País Vasco.
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