Los nudos canalizan la entrada y salida a la N-1 y A-10 junto a la subida a Urbasa y en Vista Alegre
Los alcaldes de Olazagutía y Alsasua, Iñaki Mentxaka y Unai Hualde (NaBai), respectivamente, trasladaron ayer al departamento foral de Obras Públicas una solicitud de refuerzo de la seguridad en dos cruces regulados por rotondas abiertas en la carretera secundaria que discurre paralela a la N-1 y A-10.
Según un escrito dirigido al director general de Obras Públicas, José Luis Echávarri, los alcaldes señalan "que a lo largo de los últimos años se ha constatado que las rotondas y los cruces existentes en la antigua carretera N-1 (...) tienen una elevada intensidad de tráfico y una ubicación y formas que han creado situaciones de alto riesgo para el tráfico de vehículos, habiéndose producido diversos accidentes de tráfico en dichas zonas". "Hemos recibido quejas de vecinos", explicó el primer edil de Olazagutía a la salida de la entrevista con representantes de Obras Públicas, dispuestos -en su opinión- "a estudiar el asunto".
Los cruces se localizan junto a una de las subidas a Urbasa, a la altura del nudo de carreteras de Alsasua, y en la zona conocida como Vista Alegre, en Olazagutía, cerca de un acceso a la factoría de Cementos Portland.
Mientras, el alcalde de Alsasua solicitó al Servicio de Carreteras del departamento de Obras Públicas la "limpieza y adecentamiento" de los márgenes de la actual N-1, a su paso por el municipio, ante el cúmulo de maleza y restos depositados. En su demanda, Hualde aportó imágenes.
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