El Real Decreto 1468/1988 obliga al fabricante a etiquetar los mueble. Deben llevar información sobre su composición en el caso de que su compra o utilización dependa de los materiales empleados en su fabricación, o bien sea una característica de su pureza, riqueza, calidad, eficacia o seguridad.
En la etiqueta debe aparecer la verdadera naturaleza del producto (de forma que no se induzca a engaño) y su calidad, entre otros datos.
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