"Poco antes de las 8 de la mañana han tocado el timbre. Cuando vi a los seis jóvenes en la calle pidiéndome auxilio me asusté mucho; se encontraban muy apurados. Me dijeron que se encontraban mareados. Al principio pensé que era por una intoxicación de gas butano. Casi llorando, llamé al 112. Enseguida vino la Policía Foral y el médico de Bargota", cuenta Pili Flores Acedo, la vecina que les auxilió. "Mientras esperaban a que llegasen las asistencias estaban tumbados en el suelo con mantas. Una de las chicas ni tan siquiera quería moverse ni entrar en mi casa, tenía miedo a estar encerrada. El médico les atendió, vinieron las ambulancias y se llevaron a las dos chicas. Después, di de desayunar a los otros cuatro chicos para que entrasen en calor. Entonces, les han llamado del Hospital para que se hicieran unas pruebas. Afortunadamente sólo ha sido un susto".
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