El estudio ha sido realizado entre 500 empresas de diferentes sectores
El 80 por ciento de las empresas navarras no aplica medidas correctoras contra el ruido y las que lo hacen optan preferentemente por los equipos de protección individual, frente a las medidas colectivas, que son las que prioriza la ley, según un estudio realizado por la UGT. Estos datos, que reflejan el "gran desconocimiento" que existe sobre los riesgos laborales del ruido, han llevado a este sindicato a continuar con una campaña de prevención iniciada el año pasado y a editar unos folletos informativos denominados "Protégete del ruido".
Así lo han indicado hoy, Día Internacional del Ruido, en una rueda de prensa el secretario de Acción Sindical de UGT, Mariano Zufia, y la responsable de Salud Laboral de UGT, María José Latasa.
El estudio realizado entre 500 empresas de diferentes sectores recoge que el 85 por ciento de las empresas había realizado mediciones de ruido, pero en un 80 por ciento se superaban los valores límites, lo que, según Latasa, "denota que no se aplican determinadas medidas".
Al respecto ha subrayado que las medidas que se aplican son las de protección individuales, los cascos, que "no son la más apropiada para trabajar toda la jornada laboral", según la sindicalista que ha recalcado que la ley prioriza las medidas colectivas y actualmente sólo un 23 por ciento de las empresas aplica alguna de ellas.
Entre las medidas colectivas de protección se incluye la compra de máquinas que no emiten ruido, un buen mantenimiento de las máquinas, el aislamiento de las máquinas o su distribución de manera que se pueda atemperar el ruido o el apantallamiento.
El estudio ha detectado también "bastantes deficiencias en cuanto a la vigilancia de la salud para evitar que pueda existir una pérdida de audición".
Por todo ello, la UGT ha editado unos folletos que se va a distribuir entre las empresas navarras, en el que se analizan los efectos del ruido en la salud, cómo se deben analizar los niveles de ruido, las medidas preventivas y la necesidad de aplicar medidas correctoras.
En ellos se incide en la necesidad de protegerse del ruido, uno de los agentes contaminantes más frecuentes en el mundo laboral, que ocasiona la pérdida de audición, "la enfermedad laboral más prevalente e irreversible", según Latasa, quien ha recalcado que afecta tanto en el plano laboral como en el social y afecta a todos los trabajadores sea cual sea el sector.
Entre los efectos del ruido figuran, además de la pérdida de audición, algunas perturbaciones hormonales y del sueño, trastornos nerviosos, pérdida de concentración y rendimiento y problemas de seguridad, ya que enmascara la transmisión de avisos de peligro.
Según la Organización Mundial de la Salud, un tercio de los trabajadores europeos está expuesto a niveles sonoros elevados durante más de una cuarta parte de su tiempo de trabajo y casi cuarenta millones se ven obligados a alzar la voz para ser oídos durante al menos la mitad de su jornada laboral.
En el año 2006 en Navarra se reconocieron un 0,8 por ciento de enfermedades laborales relacionadas con el ruido, un porcentaje que probable aumentará al haberse reconocido nuevas enfermedades profesionales relacionadas con él.
Entre éstas figuran las relacionadas con la recolección de basura doméstica, la prueba o instalación de equipos de amplificación de sonido, los vibradores en la construcción, la imprenta y rotativa en la industria gráfica y la molienda de caucho, plástico, piedra y minerales, así como la destrucción, demoliciones y explosivos.
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