El sábado por la noche el Papa se reunió en el seminario de San José de Yonkers con cerca 20.000 jóvenes en un acto que estuvo caracterizado por la espontaneidad y el entusiasmo de los jóvenes, que no dejaron de cantar y gritar vivas al Papa, y "Te queremos" durante todo el acto. El entusiasmo de los jóvenes contagió a Benedicto XVI, quien asistió divertido a los cánticos y coros y se levantó a saludar a los que intervenían.
En su discurso, el Papa confió a los jóvenes que su adolescencia fue "arruinada por un régimen funesto": el nazismo.. Benedicto XVI habló igualmente de los problemas de la juventud actual, "como el abuso de la droga, la falta de casa o la pobreza, el racismo, y la violencia o la degradación, que sufren sobre todo muchas mujeres". Explicó que todas estas son producto de "una actitud mental envenenada, que se manifiesta en tratar a las personas como meros objetos". Asimismo, les advirtió de que la tierra soporta el peso "de la avidez consumista y de la explotación irresponsable", y les invitó a rechazar toda tentación de ostentación o de vanidad y a vivir con "caridad, castidad y humildad".
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