Aunque reconoció que la eliminación copera le dejó "un sabor amargo", dice que ésta no empañó "el buen hacer" del equipo
El presidente del Portland San Antonio, Miguel Galarraga, reconoció ayer, después de que el equipo navarro dilapidase el sábado su última opción de ganar un título esta campaña, que "la temporada no ha sido buena", si bien quiso dejar claro que tampoco puede calificarse de "fracaso".
"Un equipo como el Portland siempre comienza la temporada con el objetivo de lograr algún título y no hacerlo significa que la temporada no ha sido buena, pero no por ello se puede considerar un fracaso porque hablar de fracaso me parece excesivo", explicó el dirigente, quien, con toda su junta directiva, vivió en Zaragoza el partido que su equipo disputó ante el Barcelona (29-31).
Cabanas, Balic y "Champions"
Galarraga sí que reconoció que el club había puesto muchas expectativas en la Copa del Rey e incluso en los días previos al torneo aseguró que este título "salvaría la temporada" y aunque no hacerlo le ha dejado "un sabor amargo" ha remarcado que eso no empaña el "buen hacer del equipo". "Teníamos puestas muchas expectativas en esta Copa del Rey y mucha ilusión de que podía ser nuestro torneo. Te queda un sabor amargo y de tristeza", ha indicado.
El presidente antoniano condicionó en gran parte la derrota ante el equipo azulgrana por la lesión del central croata Ivano Balic, jugador por el que el Zagreb ya ha mostrado su interés y al que tratará de contratar.
Por tercer año consecutivo, el Portland concluye un curso más sin la obtención de títulos, aunque ahora mismo una de las mayores preocupaciones del presidente es conseguir la clasificación para la próxima Liga de Campeones, algo por lo que lucha con el Ademar. "Está complicado y depender de una decisión de la EHF para entrar es problemático. Jugar la Champions significa estar en la elite del balonmano y el equipo va a hacer lo imposible por lograrlo pero, en último caso, la Recopa no sería una mala salida", declaró.
Galarraga ha asegurado que esta derrota no tendrá consecuencias inmediatas respecto a la situación del entrenador Javier Cabanas porque, según ha subrayado, "la directiva de este club tiene bien asentada la cabeza y no hace locuras en los malos momentos".
"No ha sido un año fácil para nadie, ha habido muchos cambios que nos han condicionado mucho, pero confío en que el próximo año tengamos más suerte y vayan mejor las cosas", comentó.
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