Se apuntaron cinco mujeres, pero tres no pueden asistir al curso y la cuarta está en África y regresará el día 30
Rakel Descarga Oiarzabal será la primera mujer en activo en el parque de bomberos voluntarios de su pueblo, Lesaka. Tiene 27 años y hace dos semanas inició, junto a otros 19 aspirantes, el curso básico para poder acceder a este servicio municipal.
En principio, fueron cinco las mujeres apuntadas para entrar en el parque. Sin embargo, una ha desistido, otras dos no pueden realizar el curso porque trabajan los sábados por la mañana y la quinta se encuentra en África, donde desarrolla una labor humanitaria. Se trata de Karmele Pikabea Baleztena, de 27 años. Rakel Descarga explica que su compañera regresa el día 30 y supone que entonces se incorporará a los cursos y tomará su plaza de bombero. "Espero que, finalmente seamos dos", vaticina. Las otras dos podrían entrar en labores de apoyo. De momento, ella es la única entre todo los varones, pero está dispuesta a continuar. Es un curso de 50 horas y las sesiones, desarrolladas de manera conjunta con los aspirantes de Bera, finalizarán en junio.
Rakel Descarga trabaja en una oficina y explica que fue un bombero lesakarra quien le comentó que hacían falta nuevos refuerzos. "Entonces me animé, me entró la txirrinta ", recuerda. Ella es una de las componentes del equipo de soka-tira femenino de Lesaka y extendió la propuesta a sus compañeras. "Las otras cuatro apuntadas eran todas del equipo", dice.
Igual que sus compañeros varones, una vocación altruista mueve a Rakel Descarga. Estos días, junto a sus vecinos, toma apuntes, aprende en clases teóricas cómo reaccionar ante un fuego en el monte, en un caserío, o cómo desenvolverse con el material habitualmente utilizado. También reciben sesiones prácticas, en las que arrancan los vehículos y se desplazan al monte o a pistas cercanas.
Entre 22 y 50 años
Andoni Maritxalar Mendia es el secretario del parque de Lesaka. Lleva año y medio de apoyo en la base, pero es ahora cuando está haciendo el curso. "En realidad, no todos los que estamos en el curso somos nuevos, pero sucede que algunos no teníamos hecho el curso y el examen, que ahora son preceptivos", señala.
Maritxalar indica que la edad de los nuevos bomberos oscila entre los 22 y los 50 años y que con las nuevas incorporaciones, llegarán a una treintena de miembros.
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