M UY buen gusto en decoración. Y en este caso no me puedo limitar a Suecia, sino que tengo que incluír todos los países escandinavos. La línea que une a los cuatro países es el minimalismo.
Colores claros, líneas rectas, espacios abiertos y mucha luz. Es más, es un estilo tan difundido que quién no ha oído hablar del diseño escandinavo en la televisión o en revistas de decoración. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que el minimalismo más extremo se convierte en frialdad e impersonalidad. Yo he estado en pisos decorados de tal forma que me daba la sensación de estar sentada en la sala de espera del dentista. Nada acogedor.
Dentro de los países escandinavos, y ya que no tenemos ningún representante en Dinamarca, tengo que resaltar el diseño de este país. Y no sólo en lo que se refiere a muebles y decoración. Bisutería de plata y oro blanco, ropa, cristal. En fin, una larga lista de productos que siempre dejan un agujero en la cartera de muchos después de un fin de semana en Copenague por ejemplo.
Una cualidad que tengo hoy en día gracias a que vivo en este país, es la asombrosa capacidad de distinguir cualquier objeto del catálogo de Ikea, por insignificante que sea, y con mucha facilidad además.
No hay más que meterme en una casa y dejarme dar un par de vueltas, y en menos de un cuarto de hora, te puedo hacer una lista con todo lo comprado en Ikea. Y es que me atrevería a decir que casi el 100% de los hogares en Suecia, tienen algo de Ikea, aunque sea pequeño. Y es que es difícil resistirse a los precios y al lujo de poder cambiar estilos con frecuencia, cosa que muchos suecos hacen.
En fin, que yo no soy diferente al resto y admito que mi casa sigue el estilo minimalista +Ikea+ eso sí, detalles más cálidos traídos cómo no de mi querido país.
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