Ha tratado con los mejores especialistas en arquitectura e interiorismo. De mirada acogedora, los que le conocen afirman que es amiga de todo el mundo, desde pintores y escultores a empresarios y famosos. Conserva una relación especial con sus clientes, pero su norma es la discreción, incluso cuando se le pregunta por su círculo de amistades.
"Nunca me ha gustado usar nombres porque parece que te apoyas en ellos" responde. "He trabajado con montones de arquitectos y he cooperado con decoradores famosos. Mis clientes acaban siendo amigos para siempre porque trabajamos con mucha naturalidad. Odio los reportajes de las revistas cuando sacan la casa de fulano o mengano. ¿Por qué todo el mundo tiene que ver dónde vive un señor? La discreción debe ser absoluta. Jamás hemos revelado quienes han sido y son nuestro clientes", afirma.
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