El Barça lo intentó de todas las formas ante el Espanyol, sobre todo cuando entró Messi, pero volvió a mostrarse romo
Definitivamente, esta no es la Liga del Barça, que lo intentó de todas las formas posibles ante el Espanyol, sobre todo en la segunda parte, pero se mostró romo y sin suerte, y además se encontró con un Kameni inmenso. Con sólo una victoria en las últimas ocho jornadas, los azulgrana tiran por la borda cualquier opción de pelearle la Liga al Madrid y se jugarán el ser o no ser en la "Champions".
Si el año pasado un empate forjado por Tamudo les birló a última hora la Liga en beneficio de los blancos, esta vez las tablas de los "pericos" certificaron su precipitado adiós al título.
Los locales ya dominaron algo más y sumaron los mejores números de un primer tiempo en el que, ciertamente, tampoco atosigaron a un Espanyol bien colocado. La movilidad de Bojan era lo más destacado de un Barça en el que Eto"o lo intentaba con más ímpetu que acierto, Giovani estaba más bien ausente y Xavi no terminaba de imponer su jerarquía en el centro.
Un cabezazo alto de Xavi, tras gran centro de Sylvinho, un tiro fuera de Bojan y otro de Zambrotta fueron las mejores ocasiones del Barça hasta el descanso.
Messi mejoró al Barça
Rijkaard recurrió a sus estrellas en la reanudación y con Messi e Iniesta el dominio y las llegadas del Barça se incrementaron. El argentino desbordó su fútbol vertical, lo que supuso la mejor noticia pensando en el Manchester, se asoció con Eto"o y las oportunidades se sucedieron.
Pero no era la noche del Barça, una más, y el Espanyol tuvo la virtud de saber sufrir hasta el final. El punto apenas le sirve en sus aspiraciones europeas pero sus hinchas fueron felices al ver que su enemigo ya tiene perdida la Liga. Y los del Barça poblaron el Camp Nou de pañuelos, mitad indignados con Pérez Lasa y mitad con su equipo.
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