La de músico callejero es una dedicación cada vez más frecuente para ciudadanos extranjeros sin trabajo pero con algún tipo de talento. Este venezolano, que lleva 13 años en Navarra, decidió dar el salto en noviembre
"Buenas tardes, Pamplona, con ustedes la metralleta pacífica, causa 150 bajas por minuto", advierte un músico que surge de pronto rasgando su guitarra con insistencia, tras la terraza de un bar de la Plaza del Castillo. Es el comienzo del "Show del Mexicano", en el que, a lo largo de media docena de canciones, "el capitán black silver viaja por todo el universo en su barco rojo", explica el propio músico.
Cuando se le pregunta su verdadero nombre dice que se llama "Alejandro Alfonso Calvo Rodríguez Zabalza Arenas Vincent Cautel, para que lo sepa la gente que come de la alcurnia".
Y es que, este venezolano de Caracas, de 41 años, de lo que come, por ahora, es de sus canciones que toca, casi a diario, cada vez que sale el sol, en las calles del casco antiguo de Pamplona. Sus escenarios más frecuentes son la calle Estafeta o la Plaza del Castillo.
¿Cuándo decidió ganarse la vida con la guitarra?
Ya había tenido varias experiencias musicales. Una de las últimas en Los Escarabajos, un grupo de pop-rock de Pamplona, entre 1995 y 1998. Comencé a tocar en la calle sobre todo desde noviembre a raíz de quedarme sin trabajo. Me echaron de la fábrica. Pero, me lo planteé sobre todo como terapia para afrontar la vida.
¿Qué tipo de música hace?
Compongo canciones bastante duras que me sirven para sacar lo que siento, sobre todo, tras la separación de mi pareja, que también ha sido reciente. Me gusta mucho el rock, pero también las melodías pegadizas y digeribles. Además, suelo tocar versiones de Rem y Green Day.
¿Cómo responde la gente?
Algunos bien, otros me dicen que no les gusta como toco. Un tema curioso es que, al principio, salí sin pretender pasar la gorra. Pero vi que había gente a la que le llegaban las canciones, y daba donativos, y como yo también tengo que vivir de algo...
¿Qué más oficios tiene?
Cada mañana, lo primero que hago es repartir currículums por empresas. Pero nunca llaman. Puedo trabajar de varias cosas como carretillero, operario del metal o jardinero.
¿Cuándo llegó a Navarra?
Vine hace 13 años, para distanciarme de algunas cuestiones del entorno de mi país.
¿Cómo ha visto el panorama de la inmigración en este tiempo?
Creo que ha habido un cambio brutal en los últimos cinco años. Han venido muchas más personas, sobre todo latinoamericanos. El problema es que siempre se les tiene como mano de obra barata. Todos los amigos ecuatorianos que tengo trabajan barato porque es su única posibilidad de que les contraten en algún sitio.
¿Y les gusta también la música?
Hay de todo. Pero conozco a muchos peruanos y, sobre todo, bolivianos y argentinos, para los que es una forma de estar en contacto con su país, su cultura y su idiosincrasia.
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