Una de las posibilidades que se ha puesto sobre la mesa en numerosas ocasiones para ayudar a la sostenibilidad del sistema sanitario es el copago, al menos en determinados servicios. Los políticos se mostraron unánimes en su postura de que hay que buscar otras alternativas.
María Kutz. Se mostró en contra. "Para algunas personas un euro puede no ser nada pero para otras es una barra de pan". A juicio de la consejera, una responsabilidad de los políticos es gestionar adecuadamente los recursos para no tener que llegar a pagar por los servicios sanitarios.
Calixto Ayesa. Apuntó que se trata de un tema "muy político" que ningún gobierno se atreverá a implantar por el coste electoral. Además, recordó que no es lo mismo el copago en una persona que gana 500 euros que en grandes fortunas. Ayesa abogó por un pacto de Estado, como ya existe en otros países, para evitar que la sanidad sea una tema de confrontación política. "En el gobierno nacional nadie habla de sanidad", aseguró. A juicio del ex consejero, el pacto pasaría por dejar el debate entre sanidad pública y sanidad privada y trabajar para aprovechar los recursos disponibles. "Hemos sido capaces de concertar la educación. ¿Por qué no concertar la sanidad y, de esta forma, abaratar los costes?".
Carlos Artundo. No se mostró partidario por el elevado coste administrativo que conllevaría y, sobre todo, porque podría afectar a la equidad. Por contra, indicó que se deben estudiar medidas que frenen el "excesivo consumo" sanitario por parte de algunas personas. El ex consejero se apuntó al consenso ya que, según indicó, los políticos miran a corto plazo. "Es imposible introducir medidas de reforma importantes con una visión de cuatro años". Artundo recalcó la situación es muy complicada y abogó por legislar sobre todo lo relacionado con la salud pública, ya que en la salud influyen los estilos de vida, la vivienda, el trabajo, etc. También, apostó por evaluar el impacto de las medidas que adoptan los gobiernos en la salud, de la misma forma que se analizó el impacto ambiental.
Santiago Cervera. Consideró que el copago es una cuestión parcial y que es preciso realizar una "rendición de cuentas". "Hay que saber cuánto cuestan las cosas", dijo. De esta forma, se podría analizar si se implantan o no determinados servicios. "No tener un hijo no es una enfermedad ¿Hasta qué punto se puede exigir que lo resuelva el sistema sanitario en una unidad de fertilidad?".
Fernando Puras. No es partidario del copago. Por contra, apostó por abrir un "gran debate público" en torno a la sanidad ya que el modelo actual tiene más de 20 años, recordó. A su juicio, el mejor copago es el sistema impositivo tributario. Y apuntó que "si queremos tener prestaciones sanitarias igual no es compatible con bajar impuestos".
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