Vecino de Berriozar y de 63 años, su familia alertó de su desaparición el jueves y el cuerpo fue encontrado ayer
El cuerpo del vecino de Berriozar Benito Fruto Benítez, de 63 años, fue localizado ayer por la mañana en un terraplén de Artazu por miembros del dispositivo de búsqueda que trabajaban desde la noche del jueves para localizarle tras la alerta de la familia de su desaparición. Según la autopsia, la causa de la muerte fue accidental, lo que hace pensar que el vecino de Berriozar habría resbalado y caído por el terraplén, de muy poca altura, unos cinco metros.
Sufrió un traumatismo torácico y otro abdominal.
El dispositivo de búsqueda estaba establecido desde la medianoche del jueves al viernes, al llamar la familia a Sos Navarra y comunicar que había acudido a Artazu a recoger espárragos trigueros y no había vuelto a casa, algo que les extrañaba porque siempre se movía por la misma zona. En ese momento, bomberos, Policía Foral y Guardia Civil iniciaron la búsqueda. Encontraron el turismo del vecino de Berriozar pero ni rastro de él, y a las tres de la madrugada suspendieron el dispositivo hasta ayer a las siete de la mañana. A la decena de bomberos de Pamplona y Estella, los cinco agentes de la Policía Foral y los ocho de la Guardia Civil se unieron el Grupo del Perro de Salvamento de Navarra. También fue avisada Cruz Roja-EBYS.
En esta ocasión, y por estar de día, las indicaciones de un amigo del fallecido sobre la zona por la que solía transitar Benito Fruto ayudaron a situar con mayor precisión el lugar en el que podía encontrarse. Un bombero y dos miembros del Greim sobrevolaron en helicóptero el terreno y avistaron el cuerpo. El viento impidió que el helicóptero pudiera descolgar la camilla para trasladar el cadáver, por lo que otros bomberos que formaban parte del operativo se trasladaron por tierra hasta donde el aparato había podido dejar la camilla: la recogieron, volvieron con el Greim a donde estaba el cuerpo y lo llevaron al helicóptero, que lo trasladó al polideportivo de Puente la Reina. De allí fue conducido al Instituto Navarro de Medicina Legal en el Hospital de Navarra, donde se le practicó la autopsia.
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