Necesitan un partido completo

Nikolic se zafa de Asier Antonio en el duelo de cuartos. El pivote serbio del Portland es una gran baza. J.A.GOÑI

Apenas nueve días después de una dolorosa derrota en el Palau por 39-34, el Portland volverá a jugarse hoy el todo por el todo con el Barcelona. Uno de ellos será finalista de la Copa del Rey y, con ello, apurar sus últimas opciones por alcanzar un título esta temporada.

Quizá, el conjunto antoniano, ya sin opciones en ninguna otra competición, llega con mayor presión que el Barcelona, que aún mantiene la esperanza de alcanzar al Ciudad Real en la lucha por la Liga. Sin embargo, el cuadro albiazul demostró en los cuartos de final ante el Valladolid (40-30) que tiene calidad y el estado de forma suficiente como para poder superar a cualquier rival. Eso sí, necesitará que hoy no aparezca la irregularidad en su juego que arrastra a lo largo de la temporada.

Por su parte, el Barcelona tuvo que sufrir más para clasificarse ante el Cai Aragón (20-27), pero su momento de juego, la calidad de una plantilla de ensueño y la efectividad de las que están haciendo gala hombres como Romero, Lozano, Garabaya o el meta Kasper le convierten en un rival temible.

Aunque la Copa del Rey es una competición muy diferente a la Liga, el último y reciente referente de un duelo entre azulgranas y antonianos debe servir de lección, sobre todo a los navarros.

Entonces, los fallos ofensivos navarros permitieron al equipo culé jugar rápido, salir a la contra y realizar rápidas transiciones. Con todo ello, desarboló a un San Antonio que, en las fases de juego posicional, frenó las incursiones de la primera línea azulgrana."Todos sabemos que el punto fuerte del Barcelona es la velocidad y hacer correr al rival. Consiguen marcadores muy altos de aprovechando las transiciones, el contraataque y el ataque en segunda oleada y eso es lo que debemos evitar. Debemos implantar nuestro ritmo de juego", explicaba el técnico antoniano Javier Cabanas, quien es muy consciente de que el Barça saldrá a por todas y, por eso, confía en que el balance defensivo del Portland esté "a gran altura". "Es nuestra última ocasión de ganar un título. Somos conscientes y no me cabe la menor duda de que el equipo hará lo posible y lo imposible por estar en la final", afirmó.