El Espanyol afronta el partido en medio de una enorme crisis de resultados y con Europa cada vez más lejos
El Barcelona aún no quiere lanzar la toalla en la Liga y se aferra a un último instante para cobrar cierta moral en el campeonato, aprovechando hoy la visita de un Espanyol en horas bajas e inmerso en una crisis de juego y de resultados.
Ante este panorama en el rival, el Barça pretende revitalizarse a la espera de disponer de alguna pequeña opción en la Liga, aunque ello sólo pasa por una victoria barcelonista en el Camp Nou y una derrota del Madrid contra el Racing pera impedir que se inicie la cuenta atrás para el canto del alirón.
Por su parte, el Espanyol de Ernesto Valderde, en horas bajas, se presenta en el Camp Nou sumido en una profunda depresión futbolística, fruto de la pésima segunda vuelta en la que sólo ha sumado nueve puntos y en la que ha desperdiciado una magnífica oportunidad para jugar en Europa la próxima campaña.
El objetivo inmediato de los blanquiazules es reencontrarse, recuperar su identidad y los valores que le llevaron a ser una de las revelaciones de la temporada. Sin embargo, antes deberán superar el bloqueo mental que atraviesan. El conjunto españolista lleva cuatro partidos consecutivos perdiendo y sin marcar. "El Txingurri" confía en que en un partido presumiblemente abierto su equipo recupere el olfato goleador y las buenas sensaciones.
© DIARIO DE NAVARRA. Queda prohibida toda reproducción sin permiso escrito de la empresa a los efectos del artículo 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual