Anita Roddick, la fallecida fundadora de la cadena de cosméticos naturales The Body Shop, cumplió con su promesa de no dejar nada de su fortuna a sus dos hijas, Sam y Justine.Roddick, fallecida el año pasado de un derrame cerebral, había admitido en su día que le parecía obscena la idea de beneficiar a sus hijas con el dinero que acumuló con la venta de sus productos. La empresaria dejó unos 62,7 millones de euros a su Fundación que apoya a Amnistía Internacional y el grupo ecologista Greenpeace. EFE
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