Una empresa hidroeléctrica gala ha puesto en marcha a 700 metros bajo tierra y en la gruta de La Verna, dentro de la sima de la Piedra de San Martín, fronteriza entre Francia e Isaba, una central que puede abastecer a 4.000 personas
A 700 metros bajo uno de los enclaves con más historia de Navarra y Francia, el macizo de la Piedra de San Martín, donde roncaleses y vecinos del valle de Baretous renuevan cada 13 de julio el Tributo de las Tres Vacas desde 1375, ahora se produce electricidad.
El agua del río subterráneo San Vicente se transforma en luz gracias a una nueva central hidroeléctrica puesta en marcha por una empresa francesa en un enclave de excepción: una enorme gruta (La Verna) en la que cabrían seis catedrales de Notre Dame.
La Verna presenta unas dimensiones de 270 metros de longitud, 230 de ancho y 180 de altura, que se traducen en una sala de unos 62.100 m2. A pesar de su tamaño, es sólo una pequeña parte de la sima de la Piedra de San Martín (descubierta en 1950), y fue hallada en 1953 por espeleólogos de Lyon. Presenta una temperatura constante de 5 grados.
En la actualidad se accede a La Verna desde la población de Santa Engracia, situada a unos 15 km de la frontera con Navarra descendiendo el puerto de Belagua, a través de un túnel de 800 metros que fue excavado entre 1954 y 1960 por la compañía Electricité de France (EDF). Antiguamente, para poder llegar a esta sala había que descender 734 metros desde la entrada natural de la sima de la Piedra de San Martín. Ésta se halla a 1.760 metros de altitud en el collado de Ernaz, muy cerca del mojón fronterizo 262 sobre el que se celebra el Tributo de las Tres Vacas, y junto a la carretera del puerto de Belagua que une Isaba con Arette (Francia).
El proyecto de central ha sido desarrollado por la Sociedad Hidroeléctrica del Sur (SHEM), filial del grupo franco-belga Suez, que retomó en 2006 un proyecto similar de los años 50 en la misma gruta. La central fue inaugurada el 2 de abril y en las obras se han invertido seis millones de euros.
La instalación dispone de una presa que regula el agua del río San Vicente, cuyo cauce permanece seco 6 meses al año, y presenta una potencia instalada de 4 MW. Según exponen desde la empresa, "producirá una energía 100% renovable", y con ella se abastecerá a unas 4.000 personas.
Las obras se han prolongado dos años puesto que la situación del lugar apenas permitía utilizar grandes máquinas y obligó incluso a transportar el material a mano y con carretillas.
Asimismo, la empresa SHEM se encargará de organizar más adelante visitas guiadas que servirán "para descubrir un patrimonio industrial rico y totalmente integrado en su entorno".
SHEM explota 50 plantas hidroeléctricas en 12 proyectos implantados en los Pirineos y el Macizo Central. Dispone de un parque de generación de 773 MW. En la zona más próxima a Navarra (departamento francés de Pirineos Atlánticos) cuenta con cinco centrales con las que alimenta a 20.600 hogares.
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