Por primera vez se ha fichado a un ejecutivo ajeno a la familia, que ya se ha incorporado al cargo en Cintruénigo
Fernando Chivite, que desde julio pasado tiene en sus manos las riendas de la bodega familiar, ha fichado a un alto ejecutivo de Coca-Cola, el bilbaíno Iñigo de Prado (1967), para dirigir su negocio. El nuevo director general de Bodegas Chivite es el primer ejecutivo ajeno a la familia que accede a este cargo para convertirse en el brazo derecho de su presidente. El lunes pasado se incorporó ya a la sede de Cintruénigo.
Hasta el momento de su fichaje, De Prado desarrollaba su actividad en Estados Unidos como director adjunto al presidente mundial de Marketing, Estrategia e Innovación en la sede de The Coca-Cola Company de Atlanta. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y MAB en la Stratchclyde Graduate Basiness School de Escocia, inició su actividad profesional en el sector financiero en la oficina de la empresa KPMG de Bilbao.
Continuó después con una trayectoria internacional de 12 años en The Coca-Cola Company, donde ha ido desempeñando puestos de creciente responsabilidad en áreas diversas, como dirección financiera, desarrollo de negocio, marketing, I+D y estrategia.
Durante este periodo, De Prado ha ocupado entre otros, los puestos de director financiero en Holanda con base en Rotterdam, director de Business Development para toda la zona de Asia-Pacífico, en la oficina de Hong Kong y abarcando un total de 40 países... Y, finalmente, como director adjunto al presidente nundial de Marketing, Estrategia e Innovación en la central de Coca-Cola en EE UU, donde ayudó a desarrollar e implementar la estrategia de crecimiento global de la compañía, elaborar la primera campaña de marketing integrada para la marca Coca-Cola, y crear una visión y enfoque unificado de marketing a nivel mundial. Gracias a esta experiencia internacional, Iñigo de Prado domina en la actualidad 5 idiomas.
Otra visión del negocio
Desde que se hizo con las riendas de la empresa familiar, su presidente, Fernando Chivite, buscaba la manera de impulsar la profesionalización de la bodega. "Nosotros sabemos mucho de vinos pero necesitábamos avanzar en la profesionalización de la dirección del negocio", indica.
"Era una necesidad acuciante cuando, de estar cuatro hermanos al frente de la empresa familiar, he pasado a estar yo solo. De ahí que buscara para nuestra bodega alguien que nos ayudara a una profunda renovación del negocio, a un salir de nosotros mismos para abordar el mercado con la óptica de una gran empresa que vive pendiente de cuanto en el mercado sucede", añade.
Para Chivite, "no se trata de hacer vinos para convencer al bodeguero de enfrente, sino para convencer al consumidor que nos espera en el mercado". En este sentido, cree que Iñigo de Prado va a aportar esa visión del mercado". "Los vinos dependen de nosotros y de nuestros equipos de bodega, que sabemos hacer muy buen vino, pero el nuevo director general nos aportará esa visión lateral, desde fuera, y una gran sabiduría en marketing estrategia e innovación que nos será muy válida para diseñar nuevos planes de negocio orientados a la búsqueda de valor añadido".
"De Prado ha llegado a lo más alto en una compañía como la Coca-Cola que sabe mucho de innovación, de marketing y expansión y organización de negocio y sin duda nos aportara nuevas ideas", asegura el presidente.
Más valor añadido
Fernando Chivite asegura que no está obsesionado por crecer en volumen sino en productos de valor añadido que son la especialidad de su Bodega. "En esa dirección caminan ya los vinos de Arínzano que han sido los únicos de Navarra y de todo el Norte de España en ser considerados vinos de Pago, la máxima categoría que contempla la legislación española y Navarra en materia vitivinícola, por encima de las Denominaciones de Origen", explica.
"La obtención del derecho de uso de la mención "Vino de Pago" en unas viñas requiere la demostración fehaciente y durante largo plazo de una mayor calidad y un carácter diferencial de los vinos que se obtienen de las viñas del pago", comenta. "Es lo que hacemos en la finca del Señorío de Arínzano de Tierra Estella en la que el arquitecto Rafael Moneo diseñó y realizó la bodega que fue inaugurada por sus majestadades los Reyes de España en 2002. Además, el proyecto contó con el asesoramiento de WWF-Adena en lo referente a sostenibilidad".
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