Un portavoz de Ascó niega que haya habido negligencia por permitir visitas escolares a la instalación
La Junta de Administradores de la Asociación Nuclear de Ascó-Vandellós ha destituido al director, Rafael Gasca, y al jefe de protección de la central nuclear de Ascó, Francesc González Tardiu, tras conocerse la fuga radiactiva que se produjo el pasado mes de noviembre en esta central tarraconense.
La Asociación Nuclear acordó además que González Tardiu, hasta ahora jefe del Servicio de Protección Radiológica de la Central, sea sustituido por Genís Rubio como responsable del Equipo de Protección Radiológica que está llevando a cabo la investigación y el análisis de este incidente radiológico.
Estos cambios en la dirección de la central de Ascó se producen sólo unos días después de conocerse, a raíz de una denuncia de la organización ecologista Greenpeace, la fuga radiactiva que se produjo el pasado mes de noviembre en la central tarraconense.
Escape en noviembre
Las instalaciones de Ascó registraron el pasado mes de noviembre un escape de partículas radiactivas procedentes de la ventilación de la planta atómica, un incidente que se clasificó provisionalmente como Nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares. Sin embargo, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) reclasificó el pasado lunes este suceso, elevándolo al Nivel 2.
Pese a que el CSN apunta que el impacto radiológico sobre la población y sobre los trabajadores de la central sigue estando por debajo de los límites legales, la empresa realizará mediciones de radiactividad a las cerca de 800 personas que han pasado por el emplazamiento desde el pasado 28 de noviembre.
Entre los vecinos y visitantes se cuentan alumnos de seis escuelas, una de las cuales, los Maristas de Gerona, estuvo en la central el pasado 4 de abril, el mismo día que se hizo la notificación al Consejo de Seguridad Nacional.
Según aseguró ayer el portavoz de la central de Ascó, Eugeni Vidal, no existió negligencia en este caso, ya que la notificación se hizo "el día 4 de abril por la tarde y la visita tuvo lugar el mismo día por la mañana".
Asimismo, negó que haya "posibilidad alguna" de que los escolares que visitaron la central nuclear hayan tenido algún contacto radiológico, puesto que "en la zona de visitas no se han encontrado partículas radioactivas".
De momento, Greenpeace ha trasladado 50 preguntas al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para conocer lo que "realmente" pasó. El grupo ecologista considera que Ascó I expuso a la población "a un riesgo radiológico innecesario e indebido al ocultar el escape".
Esto último impidió además que se tomaran medidas de protección, como anular las visitas de escolares a la central nuclear. El organismo de protección radiológica ha abierto un expediente sancionador y acusado a los responsables de la central, de la que es propietaria mayoritaria Endesa, de falsear los datos transmitidos al Consejo y minimizar deliberadamente su gravedad.
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