La Unión Africana había solicitado la reunión conjunta para tratar temas como el de Darfur y no la crisis electoral de Harare
La crisis política de Zimbabue se convirtió ayer en protagonista incómodo del encuentro de alto nivel que los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU celebraron con la Unión Africana (UA) para estrechar su colaboración en la resolución de los conflictos que desangran a ese continente.
Sudáfrica, que convocó la reunión como presidente de turno del Consejo durante el mes de abril, había mantenido la situación de Zimbabue fuera de la agenda oficial, en la que sí se encontraban otros conflictos como el de la región sudanesa de Darfur, la República Democrática del Congo o Somalia. El Gobierno del presidente sudafricano Thabo Mbeki -que ayer participó en el debate- sostiene que la resolución de la situación compete a la región y ha declinado presionar públicamente al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, para que revele el resultado del escrutinio de las elecciones celebradas el pasado 29 de marzo, pero el secretario general de la ONU y otros participantes creen que debe hacerlo.
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