La parroquia de San Nicolás acaba de iniciar las dos siguientes fases de su restauración
A L final de esta semanala torre de San Nicolás quedará cubierta totalmente por los andamios y dentro de dos meses, cuando se vuelva a descubrir, presentará un aspecto totalmente renovado. La parroquia de San Nicolás acaba de iniciar la segunda y tercera fase de restauración de las fachadas del templo, centradas en la plaza de San Nicolás, en la torre medieval y en la fachada de la calle San Miguel.
Para 2009 se dejará la correspondiente al paseo de Sarasate, y la última fase afectará al ábside.
El mal estado en que se encuentra la piedra y el volumen de trabajo de estas dos fases han elevado el presupuesto hasta los 400.000 euros, frente a los 93.000 que costó la primera fase.
Como en las anteriores ocasiones, el gasto se sufragará a partes iguales entre la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona y la propia parroquia. "En esta ocasión, además de los donativos que podamos recibir, hemos incluido el proyecto en la campaña de Caja Navarra "Tú eliges, tú decides"", explica el párroco Santiago Cañardo.
Limpiar y reponer
La céntrica ubicación de la parroquia, en un lugar privilegiado de Pamplona, es uno de los argumentos que utiliza Santiago Cañardo para convencer de su proyecto. "Si se arregló la iglesia por dentro, ahora hay que poner el exterior a tono", explica.
Nuevamente será el arquitecto Xavier Chérrez el encargado del trabajo. De estas dos fases él destaca la importancia que va a tener la torre, construida según consta en el Catálogo Monumental de Navarra entre los años 1340 y 1346, aunque en algún momento de su historia la parroquia llegó a contar hasta con 4 torres.
"Se va a restaurar íntegramente, desde su arranque hasta la veleta y respetando las diferentes fases que tuvo, como se aprecia en las distintas piedras y materiales utilizados", asegura Chérrez.
La restauración implicará sobre todo limpieza, pero también habrá que recomponer parte de la piedra. En las esquinas, donde está más desgastada, vamos a perfilar la piedra y a devolverle su geometría inicial. En el lado sur el estado es todavía peor debido a los cambios térmicos, que acaban reventando la piedra", añade el arquitecto.
El gran rosetón gótico del siglo XIV también se ha visto afectado por el paso del tiempo y lo que en origen era circular se ha quedado "achatado por los polos", dice Chérrez. "Vamos a reponer la pérdida del material de las dovelas que forman el arco y ver si se le puede devolver su perfil original", dice.
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