Los condenados recurrirán en amparo al TC y no descartan llegar al Tribunal de Estrasburgo

El ex presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa (PNV), el ex parlamentario de EA, Gorka Knörr, y la representante de EB en la Cámara autonómica, Kontxi Bilbao, recurrirán en amparo ante el Tribunal Constitucional la condena que les ha impuesto el Tribunal Supremo por la comisión de un delito de desobediencia por no disolver a Sozialista Abertzaleak, tal como ordenó el TS.

Según informó Kontxi Bilbao, la defensa de los procesados tampoco descarta llegar hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en base a los votos particulares de magistrados del Supremo que consideran que no ha existido infracción penal.

El Pleno de la Sala de lo Penal del TS hizo pública hoy su sentencia en la que condena a Atutxa a un año y medio de inhabilitación y una multa de 18.000 euros, y a Bilbao y Knörr a un año de inhabilitación y al pago de una multa de 12.000 euros por un delito de desobediencia.

La parlamentaria de EB anunció que agotarán todas las vías legales y, por ello, impugnarán la resolución judicial ante el TC y solicitarán "la paralización" de la ejecución de la sentencia, para que no se vean "lesionados" sus derechos cuando piden "una revisión al Constitucional". "Estudiaremos la sentencia y los votos particulares para realizar el recurso al TC y ver si vamos al Tribunal de Estrasburgo", señaló.

Además, manifestó que le cuesta entender "que, dentro del mismo tribunal, haya personas donde vean evidente la culpa y les parezca hasta poca la condena, mientras que otros magistrados puedan ver que no hay ningún tipo de delito". Por ello, consideró que "la Justicia es tan interpretativa que crea desamparo e indefensión".

Tras precisar que la sentencia no les parece "justa", consideró "horroso que, desde ayer, ya se supiese por los medios de comunicación que iba a salir la sentencia", cuando, según aseguró, los desconocían los procesados. "Las filtraciones que surgen desde la Justicia me parecen bastante impresentables, pero estamos acostumbrados a que las cosas sean bastante indecentes en ese sentido", concluyó.