El presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, pide a EDF que concrete una oferta o que "se calle"
Ignacio Sánchez Galán aseveró ayer que "él nunca será un problema" en una eventual fusión de Iberdrola con otra compañía.
El presidente de la mayor eléctrica española dijo que no hay sobre la mesa "ni acuerdo ni proyecto de acuerdo" para una operación de concentración, pero se mostró más proclive a un entendimiento con Gas Natural -siempre que no implique ventas de activos significativas- frente a su tajante rechazo al desembarco combinado de la francesa EDF y el grupo constructor ACS.
Si comprar Iberdrola cuesta los 100.000 millones de euros que algunos medios apuntan -una cantidad que a su presidente "no le parece mal"- la empresa liderada por Florentino Pérez "desde luego, no tiene el dinero necesario", afirmó.
Sánchez Galán explicó las condiciones necesarias para que los gestores de la eléctrica examinen "con cariño" una propuesta de matrimonio. El presidente no se refirió a la ecuación de canje, ni a la forma de pago, ni mucho menos entró en detalles sobre el reparto de poder. Declaró, eso sí, que los 300.000 accionistas de Iberdrola debieran tener el mismo trato, y que hará lo que esté en su mano para evitar que se produzca una compra sin prima de control, o que unos pocos accedan al control de la compañía sin pagar el precio adecuado.
El potencial comprador tampoco podría ser cualquiera. Condicionó una eventual operación a que en la entidad resultante no se diluyan ni el beneficio ni los recursos generados por acción, y agregó que la aportación de la otra compañía habría de añadir valor y solidez al grupo. Para que "de la suma de uno más uno resulten dos o más", otra de las exigencias, las desinversiones que decidan los reguladores de la competencia habrían de ser poco significativas.
"Si alguien quiere ofertar, que oferte, y si no que calle", puesto que "todo lo demás es ruido" e incurrir en "competencia desleal", añadió, en alusión a EDF.
De no cumplirse estos requisitos, Iberdrola seguirá como está, defendió Sánchez Galán, que recordó los hitos de la compañía. Tras la integración de Scottish Power y el avanzado proceso de compra de la norteamericana Energy East, la eléctrica se alza a los puestos de primera eólica del mundo, líder energético en España, primera eólica y tercera distribuidora del Reino Unido y segunda eólica de EE UU.
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