El Dépor estaba hundido y su vestuario era un polvorín. Ahora aspira a ir a Europa
En pleno puente foral, Osasuna hacía felices a los cientos de aficionados que se habían desplazado hasta Riazor. Los rojillos se imponían 1-2 con un golazo de Plasil y otro postrero de Dady, y el Deportivo se hundía. "El vestuario está roto. No estamos bien. Estamos preocupados, es el día en que peor estamos.
No damos cuenta que esto se ha complicado mucho y los puntos que hemos sacado en casa no son dignos de un equipo de Primera", eran las palabras de Miguel Ángel Lotina en rueda de prensa.
En efecto, el cuadro gallego caía a los puestos de descenso sin remedio, una dinámica que no varió hasta el final de la primera vuelta. En este instante, contaba sólo con 17 puntos. Además, el vestuario era un polvorín con el escándalo que habían protagonizado los porteros Aouate (suplente desde que ganó Osasuna en La Coruña) y Munúa. El Dépor estaba en todas las quinielas para descender.
Como bien recuerda el aficionado de Osasuna, Lotina es un todo un experto en situaciones límite. Después de ascender a los rojillos en junio de 2000, el de Meñaka consiguió lo que parecía un imposible: mantener un equipo extremadamente limitado en recursos que se había pasado la mayor parte del campeonato en descenso.
Mentalidad, sistema y afición
El vizcaíno supo dar en La Coruña un golpe de timón a tiempo. A un paso de ser destituido por Lendoiro, el sufrimiento le hizo más fuerte para calmar los ánimos y cambiar la mentalidad de sus jugadores, que empezaron por fin a dar lo mejor de sí. También resultó fundamental que tuviera la grada de su lado, algo inusual en los tiempos que corren en el fútbol y más en un club que fue una potencia en Europa. Por eso, ha dado 5.000 euros a los peñistas del Deportivo para sufragarles parte del viaje que tienen previsto a Pamplona.
Tácticamente, Lotina varió el sistema y aplicó su dibujo de tres centrales (Lopo, Pablo Amo y Coloccini), dos carrileros (Manuel Pablo, que está sancionado y será sustituido por Barragán, y Filipe Luis), dos medios centros (Sergio y De Guzmán), dos interiores (Wilhemson y Lafita) y un delantero (Xisco, que lleva nueve goles).
Los resultados no tardaron en llegar hasta convertir a su equipo en el mejor de esta segunda vuelta con 26 puntos. La escalada ha sido meteórica. Nadie daba por un duro por que este Dépor alcanzara los puntos de la salvación (ya tiene 43) a falta de seis jornadas. Cumplido el objetivo, la ilusión de la grada de Riazor se centra ahora en Europa ya que el séptimo puesto que da derecho a jugar la Intertoto está a dos puntos. Osasuna tratará el domingo de frenar la progresión de Lotina en el estadio que vivió tardes que se le quedaron marcadas. Algunas positivas, como la del ascenso, y otras negativas, como la de la derrota en 2007 con la Real.
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