"Vino alguien con un rifle sobre mi cabeza, (yo estaba) atado, los niños en el piso, mi mujer atada", relató ayer en una entrevista
Johan Cruyff reveló que a final de 1977, cuando jugaba en el Barça, sufrió un intento de secuestro, en el cual le apuntaron con un rifle en la cabeza.
"Se dice que mi mujer tiene la culpa de que no fuera con Holanda en 1978 al Mundial", relató en Catalunya Radio, pero "tuve bastantes problemas al final de mi época como jugador en Barcelona. Vino alguien con un rifle sobre mi cabeza, (yo estaba) atado, los niños en el piso, mi mujer atada. Hay momentos en los que hay otros valores en la vida".
Cruyff no reveló quién fue su secuestrador, ni si pagó un rescate o fue puesto en libertad por las fuerzas del orden. "Los niños fueron seis meses con policía al colegio, la policía dormía en casa, me acompañaban a los partidos. Fue a finales de 1977", agregó.
Esto le influyó para ausentarse del Mundial-78 en Argentina, y que para entonces pensaba retirarse: "Un Mundial hay que jugarlo al 200 por ciento, porque es algo muy grande", señaló.
"Me fui a Holanda a vivir, las pistolas no me gustan, cojo dos doberman, y la policía holandesa me dice: "Si alguien salta la valla y el perro ataca, el culpable eres tú". Si salta, no es para traerme flores, es para robar, raptar, matar. Yo tengo los perros para defenderme", dijo.
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