Antonio Marinho e Pinto asegura que "se llegó a un punto sin salida y no se supo admitirlo"
El decano de los abogados portugueses, Antonio Marinho e Pinto, dijo hoy que la Policía lusa no supo reconocer la falta de avances en el caso Madeleine, la niña británica desaparecida en Portugal en mayo de 2007. "Llegó a un punto sin salida y no supo admitirlo", indicó Marinho e Pinto en relación a la investigación policial sobre Madeleine, desaparecida de un apartamento del Algarve (sur de Portugal) mientras sus padres cenaban con amigos en un restaurante cercano.
En declaraciones a corresponsales extranjeros, sostuvo que la Policía Judicial, el cuerpo encargado del caso, se dedicó durante los primeros meses de investigación a enviar mensajes a través de la prensa sobre quiénes eran los hipotéticos culpables.
El decano del colegio de la abogacía apuntó que en ese periodo los titulares de la prensa daban a entender que los padres de la niña, Gerry y Kate McCann, participaron en la desaparición de Madeleine.
"Los titulares dejaban entrever que los padres eran los culpables", señaló, tras matizar que "los malos policías son aliados privilegiados de los malos periodistas".
Marinho e Pinto subrayó que el problema reside, en parte, en que en Portugal "se investiga mucho para los periódicos", además de producirse, en algunos casos, "roces" por competencias entre los distintos cuerpos de seguridad con que cuenta el país.
El abogado denunció también que la Justicia lusa no está centrada en los problemas que afectan a la sociedad portuguesa actual, ya que sus modelos responden a formas obsoletas, de hace décadas.
"La Justicia vive vuelta sobre sí misma", apuntó, para destacar también que el 99 por ciento de los ciudadanos del país es incapaz de entender el sentido de las sentencias que se dictan en los tribunales.
Marinho e Pinto denunció, además, que muchos de los magistrados activos en los últimos años pasaron de la Revolución del 25 de Abril, que provocó la caída en 1974 del régimen impuesto por Antonio Oliveira de Salazar, a la democracia "sin tener que responder de sus atrocidades".
Para el decano de los abogados, la marcha del país está condicionada por su Justicia y, si ésta no alcanza unos niveles razonables de funcionamiento, Portugal tampoco podrá desarrollarse plenamente en otros campos.
El abogado denunció que uno de los principales problemas de Portugal es, asimismo, la alta corrupción existente en diferentes ámbitos de la vida nacional y criticó conductas poco éticas de organismos públicos y privados.
Un ex ministro de Obras Públicas, Jorge Coelho, que negoció importantes concesiones, acaba de ser nombrado presidente de la primera constructora del país, la firma Mota-Engil, censuró Marinho e Pinto.
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