No perder... Ni en peso

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Silvia Arranz Urcenqui.

Jorge Aguado Orta.

SI alguien se ha presentado al Campus Trophy con intención de adelgazar algunos "kilitos"..., está a tiempo de retirarse. La 6ª jornada de la competición (y última de la 1ª fase) demostró que los participantes sólo pierden algunos gramos (200 rebajó Silvia Arranz Urcenqui, de 21 años y estudiante de Magisterio de lengua extranjera), o como mucho, un kilo (el que perdió Jorge Aguado Orta, estudiante de ITI Eléctrica).

Dos periodistas de Diario de Navarra pesaron a estos dos participantes (él del equipo Clevelanda Cavaliers y ella del Drink Team III) en tres momentos distintos de la jornada. La primera vez que se subieron al peso digital, todavía no habían realizado ningún esfuerzo físico. El segundo contacto con el aparato se realizó tras su primera prueba física y el último tras finalizar la última actividad. Arranz se había esforzado en el volley paddel y sobre la una menos cuarto, pasaba de 57,400 kilos a los 57,200. "Hasta el año pasado jugaba a baloncesto. Ahora no hago deporte en continuo y se nota", comentaba.

Un poco más tarde, le tocaba subirse al peso al vecino de Murchante. Los partidos a baloncesto le habían ayudado a bajar de los 82,400 kilos a los 81,300. "Es el primer año que participo y se ha notado bastante nivel", aseguraba.La última hora de la verdad llegó sobre las 13.30 horas. Arranz y Aguado se volvieron a descalzar. Mientras ella perdía 200g más hasta quedarse en 57,100 tras correr en el triciclo; él sólo descendía 100 g y eso que había realizado "la prueba más dura": el Bungui-run.

Explicación de libro

Entre los participantes, se encontraba una estudiante de Dietética y Nutrición, Maitane Yeregui de Elejabeitia. Esta canaria, de 25 años, ya se imaginaba los resultados: "Se hace mucho esfuerzo para ser sólo un día. Pero hay descanso entre prueba y prueba y el sudor se recupera con un botellín de agua".

Seguramente, la pérdida de peso no entra dentro de los argumentos por los que los 900 estudiantes participaran en el campus. Tal vez, el viaje y pasar un sábado distinto tenga más fuerza a la hora de apuntarse a esta competición.