Algunos electores manifestaron su frustración acudiendo a las urnas sólo para romper las papeletas
La primera jornada de los comicios generales que se celebran entre ayer y hoy en Italia estuvo marcada por una menor afluencia a las urnas que en 2006 y algunas demostraciones de descontento ante la actual clase política, las cuales se plasmaron con la imagen de personas rompiendo sus papeletas electorales.
A las 19.00 hora local había votado un 48,7% de los 47 millones de ciudadanos con derecho a sufragio, lo que representa un descenso respecto al 52,2% comunicado a la misma hora en las pasadas elecciones generales, en 2006.
Los analistas ya habían advertido de esta posible bajada de la participación, debido al casi 30% de indecisos que se estimaba entre las personas con derecho a voto, lo que podía traducirse en su mayoría en abstenciones.
Clasificación y protestas
Renato Mannheimer, profesor universitario y uno de los más prestigiosos analistas políticos, afirmó que hoy sería el "gran día de los indecisos" y que muchos de ellos se acabarían absteniendo.
Según Mannheimer, de éstos, el 60% son personas que no se interesan por la política y que, pase lo que pase, no irán a votar, mientras un 25% sí tiene una orientación entre derecha e izquierda y un 5% decide el mismo día de las elecciones.
Luego está la categoría de los "enfurecidos", personas "literalmente disgustadas con la política y sus protagonistas", añadió el analista.
Durante la jornada electoral se registraron algunos casos de votantes "enfurecidos", que acudieron a su colegio electoral y allí destruyeron la papeleta para protestar de esta forma contra la actual clase política.
En Sorrento, en el sur de Italia, un ciudadano, tras pedir la papeleta, la troceó y se la comió, al tiempo que explicaba que se trataba de un gesto "contra una política que da asco y que está envenenada".
Estos "gestos" fueron objeto de denuncia, ya que son considerados un delito, para el que se prevé una condena de hasta un año y seis meses de cárcel.
Por otra parte, una decena de miembros de la lista cívica "Amigos de Beppe Grillo" devolvieron el carné electoral, documento que hay que presentar para votar, a la sede de la delegación del Gobierno en Génova (norte de Italia).
De esta manera, explicaron, querían dar testimonio de que "muchos de quienes no van a votar no lo hacen por vagancia, sino por que la ley electoral es inconstitucional y las listas están llenas de candidatos con condenas".
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