La cartera ministerial le llega a Miguel Sebastián cuatro años después de que los rumores le colocasen al frente de un departamento y de que la realidad le convirtiera en asesor económico del presidente del Gobierno, quien le encomendó la arriesgada tarea de aspirar a la Alcaldía de Madrid.
La recompensa recibida ayer devuelve a Sebastián al terreno de la gestión económica, después de su fracaso en la política madrileña, y le sitúa en la primera línea del equipo de Zapatero, desde donde deberá afrontar la inmediata reordenación del sector energético español como ministro de Industria.
En el círculo más próximo de Zapatero ha estado desde que se convirtió en asesor independiente del Comité de Estrategia socialista en 2003 y participó en la coordinación del programa económico para las elecciones generales de 2004, tras abandonar la dirección del Servicio de Estudios del BBVA.
En ese puesto ya se le relacionó con el PSOE al apoyar la propuesta de implantar un tipo único de IRPF, posteriormente desechada.
Ese respaldo llevó al entonces vicepresidente económico, Rodrigo Rato, a exclamar que era la primera vez en la historia de la España democrática que un partido le encargaba su diseño de la política tributaria a un gran banco; unas declaraciones que dieron pie a pensar que la posterior salida de Sebastián del banco era una exigencia política.
Su paso por las bambalinas de la política económica del Ejecutivo como director de la Oficina Económica del Gobierno, también ha estado en boca de muchos por la supuesta falta de sintonía con una de las piezas clave del Gobierno de Zapatero, el ministro Solbes.
Baza de Zapatero en Madrid
Sebastián se situará ahora en un puesto con una vinculación más indirecta con el ministerio que vuelve a encabezar Solbes, quien supervisará su trabajo en calidad de vicepresidente.
En cualquier caso, el cargo de asesor económico de Rodríguez Zapatero le ha permitido aconsejar en las principales cuestiones económicas y empresariales, entre las que se han destacado las vinculadas con razón o sin razón con el terreno político: las opas sobre Endesa o el intento de asalto de la constructora Sacyr Vallehermoso al BBVA.
Directo, claro y seguro de sí mismo, este doctor en Economía madrileño, de 50 años, casado y con cuatro hijos, tiene un gran bagaje profesional al margen de su recorrido político: trabajó en la Dirección General de Planificación del Ministerio de Economía, en el Servicio de Estudios del Banco de España y fue director general de InterMoney.
Sebastián aceptó en octubre de 2006 el arriesgado encargo de Zapatero de aspirar a dirigir el Ayuntamiento de Madrid, tarea que nadie quería asumir. Pese a su derrota en las municipales de mayo de 2007, en las que el PSOE perdió tres concejales, Zapatero le ha recogido de su puesto de profesor en laComplutense de Madrid.
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