Montilla afirma que la solución al problema de la sequía en la capital "está muy avanzada"
Los gobiernos de Cataluña y España cerrarán en breve un acuerdo definitivo para, al parecer, conectar las redes de abastecimiento de agua de Tarragona y Barcelona como solución, junto con otras medidas, para suministrar agua al área de la ciudad en caso de que persista la sequía. El presidente de la Generalitat, José Montilla, confirmó ayer que la solución al problema "está muy avanzada", aunque no quiso precisar en qué consiste el proyecto.
Un eventual acuerdo para aprovechar aguas del río Ebro hacia Barcelona dejaría probablemente sin efecto el proyecto de captación del agua del Segre, que defendía en solitario el Gobierno catalán. Montilla explicó que el trasvase del río Segre era la "alternativa" de la Generalitat, "pero estábamos estudiando otras alternativas en colaboración con el Gobierno de España. Alternativas que también hicimos saber al jefe de la oposición".
"La concreción de una solución está muy avanzada y estoy convencido de que antes de finales de la semana que viene tendremos la formalización de un acuerdo entre los dos gobiernos sobre la base de un proyecto que será ejecutable en tiempo y permitirá garantizar el abastecimiento de agua de boca y evitar las restricciones en el otoño", subrayó el presidente catalán.
Montilla aseguró que "lo que no haremos será hacer tres cosas a la vez. Haremos aquella que sea factible en tiempo, de acuerdo con el Gobierno de España, con diálogo y concertación con los sectores y territorios afectados".
Por la autopista
La solución de utilizar el agua del río Ebro para abastecer el área de Barcelona en caso de que no llueva antes del otoño consistiría, según algunas fuentes, en transportar agua desde el campo de Tarragona por una tubería aprovechando el recorrido de la autopista AP-7.
La tubería cubriría un tramo de unos 60 kilómetros entre el área de Tarragona y la población de Olérdola, donde se encuentra la conexión con la red del Terllobregat, que suministra agua a Barcelona.
El agua que se aprovecharía para abastecer el área metropolitana de la Ciudad Condal procedería del volumen que el Consorcio de Aguas de Tarragona compra cada año a los regantes, que éstos tienen en concesión para riego, y que les sobra.
Por su parte, el presidente del grupo de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, advirtió ayer al Gobierno central y a la Generalitat de que "no hagan nada sin el acuerdo y consenso con el territorio". Dijo que el trasvase del Ebro se trata de una decisión que, además, "requerirá un cambio legislativo, porque el agua no puede ir más allá de la provincia de Tarragona".
Duran criticó la "incoherencia sin límites" de los partidos que conforman el tripartito, que eran "los que estaban en contra y levantaban a la gente de la calle contra el trasvase del Ebro", y ahora "son los que lo proponen en la salida del río o en su afluente principal, el Segre".
El dirigente de CiU afirmó que se tienen que "buscar soluciones" que "no pasen por la confrontación con el territorio", y apuntó que las necesarias soluciones coyunturales "no serán suficientes", por lo que abogó por buscar también una "definitiva" como es la del Ródano, aunque admitió que "no es solución para pasado mañana" y que, mientras tanto, "son necesarias otras".
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